Hoy, la actualidad en la República Democrática del Congo, más precisamente en la provincia de Kivu del Norte, está marcada por la ocupación por parte de los rebeldes del M23 de localidades estratégicas y de rutas de evacuación de minerales, en particular de Masisi y Walikale. Esta situación es aún más preocupante con el cierre del puesto aduanero de Bunagana, que obliga a los exportadores del sector minero a desviarse por dos países antes de llegar a su destino final, el puerto de Mombasa en Kenia.
Yvette Mwanza, presidenta de la Cámara Minera de Kivu Norte, destaca las implicaciones de esta ocupación rebelde en la evacuación de minerales. De hecho, la ocupación de lugares clave como Mushaki y Shasha complica significativamente el transporte de minerales, fomentando así el contrabando. Esta situación impacta no sólo las operaciones de las empresas mineras sino también la economía local y regional.
Pide al Gobierno que redoble sus esfuerzos para pacificar la región de Kivu del Norte, rica en minerales estratégicos como el pirocloro, el coltán y el kingstin. Destaca la importancia geopolítica de la provincia y la necesidad de asegurar la evacuación de estos preciosos minerales.
Además, el cierre del puesto aduanero de Bunagana está obligando a los operadores mineros a tomar rutas más largas, pasando por Ruanda y Uganda. Este desvío genera costes adicionales para las empresas y reduce sus beneficios esperados.
Esta situación plantea importantes desafíos para el sector minero de Kivu del Norte y destaca la necesidad de una acción gubernamental urgente para garantizar la estabilidad regional y la seguridad de las exportaciones de minerales.