En el corazón de la provincia del Alto Uele, en la República Democrática del Congo, una amenaza se cierne sobre los criadores de la región de Faradje. La peste de los pequeños rumiantes, una enfermedad viral de origen africano, se ha infiltrado en los rebaños, diezmando a lo largo de los años más de 500 animales, principalmente cabras y ovejas.
Ante esta situación crítica, la sociedad civil local hace sonar la alarma y pide al gobierno central y a sus socios una intervención de emergencia. La vacunación se presenta como el único remedio eficaz contra esta enfermedad, que azota desde 2021 y amenaza no sólo al ganado local sino también a la biodiversidad del Parque Nacional de Garamba.
Los síntomas de la enfermedad son graves, con fiebre alta y depresión pronunciada en los animales infectados, acompañada de secreciones de los ojos y la nariz. Para limitar la propagación, se recomienda no consumir carne que presente signos clínicos de infección. Las autoridades locales también instan a los criadores a respetar las medidas sanitarias para proteger sus rebaños.
La peste de pequeños rumiantes, causada por el virus Morbillivirus, puede infectar hasta el 90% de un rebaño y provocar la muerte del 30 al 70% de los animales afectados. Las zonas de Ngube, Doya y Djabie se ven especialmente afectadas por esta epidemia.
Para contrarrestar esta amenaza, es fundamental fortalecer la vigilancia en las fronteras provinciales y sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la vacunación y las medidas preventivas. A la espera de una respuesta de las autoridades, la vigilancia y la cooperación de todos son esenciales para contener la propagación de esta devastadora enfermedad entre las explotaciones ganaderas de la región de Faradje.