En un programa de podcast reciente, el activista habló sobre su relación con la religión. Nacido en una familia musulmana, compartió que su padre es musulmán y su madre es cristiana. Destacó la tolerancia de su padre, que cree en la libertad individual para elegir el propio camino espiritual.
Aunque ya no practica activamente el Islam ni el cristianismo, sigue siendo una persona religiosa y continúa rezando a diario. Para él, lo principal reside en su relación personal con Dios, más que en las estructuras religiosas tradicionales.
Compartió: «Creo en Dios y rezo todos los días, pero ya no adhiero a ninguna religión en particular. Me di cuenta de que lo que buscaba no estaba necesariamente ligado a dogmas religiosos. Para mí, lo esencial es el respeto. y la decencia hacia todo ser humano, independientemente de su condición social.»
Esta mentalidad abierta y búsqueda personal de espiritualidad ofrece un nuevo ángulo sobre cómo cada uno puede encontrar su propio camino hacia la conexión espiritual, valorando la humanidad y la bondad hacia los demás.