Fatshimetrie: La esgrima ofrece un rayo de esperanza a los jóvenes que viven en los barrios más desfavorecidos de Nairobi
En el corazón de Huruma, un grupo llamativo pasea por las calles con sus inmaculados atuendos. Se dirigen a su lugar de encuentro favorito: el Tsavora Fencing Club en el centro comunitario local. La calle se convierte en su escenario donde paran y toman represalias frente a los transeúntes.
Para estos jóvenes, la esgrima no es sólo un pasatiempo, es una fuerza salvadora en sus vidas. Gracias a este deporte consiguen distanciarse de la delincuencia, las drogas y otras presiones sociales. Mburu Wanyoike, ancien délinquant aujourd’hui entraîneur de l’équipe nationale kényane d’escrime, témoigne : «J’étais membre d’un gang. La criminalité vous isole. L’escrime m’a permis de m’échapper de ce mode de vida.»
Su viaje, marcado por la tragedia de la pérdida de dos amigos, lo llevó a formarse en Sudáfrica antes de fundar el Tsavora Fencing Club en 2021. Los éxitos del Tsavora Fencing Club son notables, con 15 esgrimistas talentosos integrados en la selección nacional y la perspectiva de representar a Kenia en las eliminatorias olímpicas africanas en Argelia.
Sin embargo, persisten desafíos, particularmente en términos de accesibilidad al equipo de cercado. A pesar de ello, Tsavora Fencing Mtaani ofrece tutoría y formación a jóvenes de zonas desfavorecidas, proporcionándoles un refugio seguro.
Con 45 miembros, en su mayoría estudiantes, el club sirve como un faro de esperanza en la comunidad. Los participantes deben demostrar disciplina e integridad. Jemimah Njeri, miembro de 17 años, comparte: “Me sentí rodeada de malas compañías, pero gracias a la esgrima estoy ocupada y soy más feliz”.
Allen Grace, de 16 años, añade: «No podría imaginar mi vida sin este deporte. Muchas niñas de mi barrio se convierten en madres adolescentes, pero la esgrima me mantuvo alejada de ese destino».
A pesar de los desafíos y la falta de popularidad de la esgrima en Kenia, Steve Okalo, secretario general de la Federación de Esgrima de Kenia, sigue siendo optimista sobre el futuro de este deporte. Tsavora Fencing ilustra así el poder transformador del deporte, incluso en entornos difíciles.
En definitiva, la esgrima surge como un rayo de esperanza en los barrios precarios de Nairobi, ofreciendo a los jóvenes un camino hacia un futuro mejor, lejos de influencias negativas y dificultades cotidianas.