Afrontar los desafíos económicos del África subsahariana: hacia un futuro más inclusivo y próspero

El África subsahariana se enfrenta a una situación económica delicada, como se destaca en el reciente informe del Banco Mundial publicado como parte de la iniciativa “Fatshimetrie”. Según este informe, hay un aumento del consumo privado y una disminución de la inflación que respaldan una recuperación económica en la región.

Sin embargo, esta recuperación sigue siendo frágil debido a las inciertas condiciones económicas mundiales, el aumento de las obligaciones del servicio de la deuda, los frecuentes desastres naturales y la escalada de conflictos y violencia.

Aunque la inflación está cayendo en la mayoría de las economías, de una mediana del 7,1% al 5,1% en 2024, sigue siendo alta en comparación con los niveles anteriores a la pandemia de COVID-19. Del mismo modo, aunque el crecimiento de la deuda pública se está desacelerando, más de la mitad de los gobiernos africanos están luchando con problemas de liquidez externa y enfrentan deudas insostenibles.

En general, el informe destaca que a pesar del aumento proyectado del crecimiento, el ritmo de expansión económica en la región sigue siendo inferior a la tasa de crecimiento de la década anterior (2000-2014). Esto es insuficiente para tener un impacto significativo en la reducción de la pobreza.

Además, debido a múltiples factores, incluidas las desigualdades estructurales, el crecimiento económico reduce la pobreza en el África subsahariana menos que en otras regiones.

El informe destaca que se necesitan políticas transformadoras para abordar las desigualdades profundamente arraigadas a fin de respaldar el crecimiento a largo plazo y reducir eficazmente la pobreza. Andrew Dabalen, economista jefe para África del Banco Mundial, destacó que un crecimiento del PIB per cápita del uno por ciento está asociado con una reducción de la tasa de pobreza extrema de alrededor del uno por ciento en la región, frente al 2,5% de media en el resto. del mundo.

Está claro que se necesitan medidas políticas adicionales para fomentar un crecimiento más fuerte y más equitativo en el África subsahariana. Los recursos externos para satisfacer las necesidades brutas de financiación de los gobiernos africanos están disminuyendo y los disponibles son más caros que antes de la pandemia. Persisten las desigualdades en el acceso a servicios básicos como la educación o la atención sanitaria, a pesar de las recientes mejoras, al igual que las disparidades en el acceso a los mercados y a las actividades generadoras de ingresos, independientemente de las capacidades de las personas.

En última instancia, el informe exige una serie de acciones políticas para promover un crecimiento más fuerte y equitativo en el África subsahariana. Se debe hacer hincapié en la implementación de políticas que amplíen la capacidad productiva del sector privado para crear más y mejores empleos para la sociedad en su conjunto.. Abordar las desigualdades profundas y persistentes es esencial para avanzar hacia un futuro más inclusivo y próspero para todas las personas de la región.

En última instancia, está claro que se necesitan transformaciones significativas para asegurar un futuro económico viable en el África subsahariana. Las políticas destinadas a impulsar el crecimiento y reducir la desigualdad deben estar en el centro de los esfuerzos para promover el desarrollo sostenible y equitativo en la región.

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