La ceremonia en honor al contingente de ingenieros chinos de la MONUSCO en Bukavu marcó un importante punto de inflexión en la historia de la presencia internacional en la República Democrática del Congo (RDC). Después de 20 años de contribución excepcional a la estabilidad y al desarrollo de Kivu del Sur, las fuerzas de paz chinas se preparan para abandonar la región, simbolizando así el proceso de retirada gradual de la Misión de la ONU en el país.
Desde 2003, el contingente chino ha desempeñado un papel crucial en la consolidación de las infraestructuras de la provincia, mediante la realización de numerosos proyectos de ingeniería. Su experiencia permitió reparar 1.800 kilómetros de carreteras, rehabilitar más de 80 puentes y construir 20 helipuertos, facilitando así la implementación del mandato de la MONUSCO en la región.
Durante la ceremonia de homenaje, la Representante Especial del Secretario General de la ONU en la República Democrática del Congo, Sra. Bintou Keita, expresó su profundo agradecimiento a la República Popular China por el compromiso y la profesionalidad de las fuerzas de paz desplegadas en Kivu del Sur. Su saber hacer y su disciplina permitieron superar numerosos desafíos, contribuyendo significativamente a la paz y la seguridad en la República Democrática del Congo.
Sin embargo, la salida del contingente chino no marca el fin de la participación de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo. Más bien, es una reconfiguración de su presencia, con un apoyo continuo al pueblo congoleño y a su gobierno. Las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas continuarán su misión de acuerdo con sus mandatos, mientras que el gobierno congoleño asumirá una mayor responsabilidad por la protección y seguridad de los civiles.
Esta retirada gradual de la MONUSCO forma parte de un deseo de transición hacia una mayor autonomía y responsabilidad de las autoridades congoleñas en materia de seguridad y desarrollo. La base de Kamanyola, transferida a las autoridades congoleñas el pasado mes de febrero, es testimonio de esta transición hacia una mayor soberanía y una cooperación reforzada entre la comunidad internacional y el gobierno congoleño.
Para concluir, el homenaje rendido al contingente de ingenieros chinos de la MONUSCO en Bukavu marca el final de una era marcada por su contribución ejemplar a la estabilidad y al desarrollo de Kivu del Sur. Esta transición hacia una mayor responsabilidad congoleña y una cooperación renovada ilustra el deseo común de garantizar una paz y seguridad duraderas en la República Democrática del Congo, en un contexto de transformación positiva y evolución hacia una soberanía reforzada.