En el panorama mundial de la moda, las marcas de moda rápida como Zara y H&M han sido consideradas durante mucho tiempo íconos de estilo asequibles y modernos. Sin embargo, una reciente investigación de la ONG Earthsight revela un lado oscuro de la industria textil: los supuestos vínculos entre estos gigantes de la moda y las actividades de deforestación en el Cerrado brasileño.
Las acusaciones formuladas por Earthsight son graves: deforestación ilegal, acaparamiento de tierras, corrupción y violencia en las plantaciones de algodón propiedad de subcontratistas de las marcas en cuestión. Estas revelaciones plantean grandes preocupaciones sobre el impacto ambiental y social de la producción de ropa a gran escala.
A través de análisis en profundidad basados en datos satelitales, decisiones judiciales e investigaciones de campo, Earthsight arrojó luz sobre el recorrido del algodón por parte de grandes empresas del agronegocio brasileño, como SLC Agrícola y el Grupo Horita, ubicadas en el oeste del Estado de Bahía. Estas empresas están acusadas de tener un historial de delitos, que van desde la corrupción hasta la deforestación ilegal, comprometiendo así la integridad ambiental del Cerrado, una región conocida por su biodiversidad única.
La marca de algodón certificada «sostenible» de Better Cotton ha estado implicada en estas prácticas controvertidas, lo que pone de relieve las deficiencias del sistema de certificación actual. Si bien Zara y H&M han confiado en esta etiqueta para garantizar prácticas responsables, las revelaciones de Earthsight resaltan las fallas en este proceso.
Las reacciones de las marcas incriminadas no se hicieron esperar: Inditex, propietaria de Zara, expresó su deseo de iniciar una investigación independiente para aclarar la situación, mientras que H&M subrayó su compromiso de abastecerse de forma responsable. Estas declaraciones plantean dudas sobre la transparencia y la ética de las cadenas de suministro de la industria textil.
Ante estas inquietantes revelaciones, se vuelve imperativo que las empresas de moda revisen sus prácticas y asuman un mayor compromiso con la sostenibilidad ambiental y social. La legislación adoptada recientemente por el Consejo Europeo, que impone un «deber de vigilancia» a las empresas de la UE, marca un paso importante hacia una industria textil más responsable y respetuosa con el medio ambiente.
En conclusión, la investigación de Earthsight revela la oscuridad detrás de escena de la industria de la moda y resalta la necesidad de una reforma profunda para garantizar prácticas éticas y sostenibles. Es hora de que quienes estamos en el sector de la moda asumamos responsabilidad y contribuyamos positivamente a la preservación de nuestro planeta y sus habitantes.