El lago Kivu, una hermosa joya natural en la región de los Grandes Lagos de África, se ha convertido en escenario de preocupantes ataques perpetrados por rebeldes del M23, sembrando el terror entre los propietarios de barcos que navegan entre Minova y Goma. Los desgarradores relatos de las víctimas describen escenas de violencia y miedo, ilustrando la creciente inseguridad en estas aguas antes pacíficas.
Una tragicómica historia involucra a una mujer embarazada que perdió su bebé durante un ataque a un barco con destino a Goma, destacando la angustiante realidad de la violencia en la zona. El capitán Alfred Genty Kimbutu expresa su miedo e impotencia ante estos actos de barbarie, alertando sobre la amenaza que pesa sobre las actividades marítimas en el lago.
La alarmante situación pone de manifiesto las devastadoras consecuencias de estos ataques en la vida diaria de los habitantes de las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, afectando los intercambios comerciales vitales garantizados por la navegación lacustre. La interrupción de la carretera nacional RN2, ya perturbada por la violencia, sumado a los recientes ataques al lago, podría sumir a la región en una crisis humanitaria sin precedentes.
Ante esta escalada de violencia, los armadores están considerando suspender sus actividades, lo que pondría en riesgo el suministro de bienes esenciales a millones de personas que dependen de los intercambios en el lago Kivu. La amenaza a la navegación lacustre subraya la urgencia de medidas rápidas y concertadas para detener estos actos bárbaros.
La creciente inseguridad en el lago exige la intervención de autoridades locales, internacionales y de la comunidad global en su conjunto. Es esencial tomar acciones concretas para garantizar la seguridad de las poblaciones y preservar la estabilidad regional, evitando una catástrofe humanitaria inminente.