El mundo del fútbol africano se encuentra en un estado de efervescencia ante la inminente llegada de uno de los partidos más esperados de la temporada: el clásico entre el V.Club de Kinshasa y el TP Mazembe de Lubumbashi. Esta histórica rivalidad entre los dos clubes despierta un interés apasionado entre los aficionados y plantea interrogantes de gran relevancia para todo el país.
Durante una rueda de prensa, el entrenador marroquí del AS V.Club, Ouaddou Abdeslam, manifestó su determinación de brindar un partido de alto calibre. Hizo hincapié en la importancia de una preparación meticulosa de su equipo en todos los aspectos, desde lo físico hasta lo mental, pasando por lo táctico y lo técnico. Abdeslam también resaltó la espectacularidad del encuentro y exhortó a que la pasión que rodea a este clásico no se vea opacada por lo que está en juego.
Por otro lado, el capitán de los Black Dolphins, Djo Issama Mpeko, resaltó el carácter festivo de este enfrentamiento, describiéndolo como una auténtica celebración familiar del fútbol congoleño. Compartió su entusiasmo por reencontrarse en el terreno de juego con sus antiguos compañeros del Mazembe, subrayando así el aspecto humano y fraternal de este enfrentamiento.
El entrenador del TP Mazembe, Mamadou Lamine Ndiaye, también subrayó el desafío que representa este partido, catalogándolo como una verdadera atracción y un enfrentamiento especial por la supremacía a nivel nacional. Expresó su confianza en la preparación de su equipo y en su objetivo de realizar un buen partido ante el V.Club. El Mazembe, invicto hasta el momento, está demostrando un buen desempeño y también se prepara para las semifinales de la Copa de la Liga de Campeones africana.
Este clásico entre el V.Club y el TP Mazembe trasciende el simple ámbito deportivo para convertirse en un evento unificador para toda una nación. Más allá de la rivalidad en el terreno de juego, es una celebración del fútbol congoleño y de su riqueza humana y deportiva. Los aficionados al fútbol seguramente estarán presentes para vivir con intensidad este mítico enfrentamiento, enarblando los colores y el orgullo del fútbol en la República Democrática del Congo.