En una región ya marcada por tensiones extremas, los sonidos de la guerra resuenan en todo Israel después de que Irán lanzara cientos de drones, misiles balísticos y misiles de crucero en una misión de venganza sin precedentes, empujando a Medio Oriente hacia una guerra regional inminente.
Este ataque marca la primera vez que Irán lleva a cabo un ataque militar directo contra Israel.
Bradley Bowman, director senior del Centro sobre Poder Político y Militar de la Fundación para la Defensa de las Democracias, considera que este ataque de Irán es sin precedentes.
Según Bowman, «Esta es una de las opciones más agresivas que el líder supremo de Irán podría haber elegido. Estados Unidos, como aliado de Israel, tiene la responsabilidad de apoyar a Israel y hacer que Irán rinda cuentas por este ataque».
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, informó que la mayoría de los drones fueron interceptados fuera de las fronteras de Israel. Bowman destaca la importancia de la respuesta de Estados Unidos ante este ataque a su aliado en Medio Oriente.
Es crucial para Estados Unidos, según Bowman, demostrar su apoyo a las democracias atacadas y enviar un mensaje a sus adversarios de que apoya a sus aliados en momentos de conflicto.
Israel e Irán han estado en curso de colisión durante los últimos seis meses, desde la guerra de Israel contra los militantes de Hamas en Gaza. Este reciente ataque es un escalofriante recordatorio de la creciente hostilidad entre ambas naciones y sus consecuencias devastadoras para la región.
El mundo está observando atentamente cómo se desarrollan los eventos en Medio Oriente, y la forma en que Estados Unidos responda a este ataque será crucial para determinar su posición en la región y su compromiso con sus aliados en momentos de crisis.