En un mundo económico en constante cambio, las declaraciones de Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI, en el Foro de Desarrollo de China (FDC) 2024 en Beijing, han generado gran atención. Organizado por el grupo de expertos Atlantic Council, su discurso resaltó la importancia de que los bancos centrales actúen con cautela al considerar recortes en las tasas de interés, basándose en datos actualizados.
Georgieva presentó estadísticas que revelan que la inflación en las economías avanzadas disminuyó al 2,3% en el último trimestre de 2023, comparado con el 9,5% registrado hace 18 meses, y se espera que esta tendencia a la baja continúe en 2024. Esto sugiere la posibilidad de recortes en las tasas de interés por parte de los bancos centrales de las principales economías avanzadas en la segunda mitad del año, aunque el momento y la magnitud de estas decisiones podrían variar.
En un contexto de una economía mundial aparentemente resistente, Georgieva subrayó la relevancia de la independencia de los bancos centrales. Advierte sobre los peligros de realizar recortes abruptos en las tasas de interés cuando no sea necesario, ya que esto podría desencadenar nuevas presiones inflacionarias y requerir ajustes monetarios adicionales. Por otro lado, retrasar demasiado dichos ajustes podría impactar negativamente en la actividad económica.
A pesar de algunas señales positivas en mercados como Estados Unidos y varias economías emergentes, así como de la mejoría en los mercados laborales y la resolución gradual de los problemas de oferta, Georgieva señaló que persisten desafíos en el escenario global. Las tensiones geopolíticas actuales aumentan los riesgos de fragmentación y las incertidumbres continúan, por lo que se requiere una supervisión constante.
La Directora Gerente también menciona que, aunque el crecimiento global está siendo impulsado en cierta medida por el sólido desempeño de Estados Unidos y varias economías emergentes, aún se encuentra por debajo de los niveles históricos. La crisis económica generada por la pandemia de COVID-19 ha resultado en una pérdida de producción mundial de 3,3 billones de dólares, afectando de manera desproporcionada a los países más vulnerables.
En este análisis, Georgieva resalta los desafíos y oportunidades que se presentan en la economía global, enfatizando la importancia de una gestión prudente y fundamentada en las políticas monetarias. En un contexto de incertidumbre donde factores económicos y geopolíticos se entrelazan, es fundamental que las autoridades actúen con prudencia y anticipación para asegurar la estabilidad y el crecimiento sostenible en la economía mundial.