Las tensiones en Medio Oriente están en su punto más álgido con el anuncio de un ataque militar israelí en territorio iraní. Esta arriesgada acción podría desencadenar una escalada en un conflicto que ya se encuentra en constante crecimiento, algo que las autoridades iraníes han tratado de minimizar hasta ahora.
De acuerdo con un alto funcionario estadounidense, Estados Unidos fue alertado el jueves sobre un inminente ataque israelí en los próximos días, aunque no respaldó esta respuesta. El secretario de Estado, Antony Blinken, confirmó que Estados Unidos «no ha participado en operaciones ofensivas», centrándose en la defensa de Israel y en reducir la escalada del conflicto.
Tras escucharse tres explosiones cerca de una importante base aérea militar cerca de Isfahán, los sistemas de defensa aérea iraní se activaron en las ciudades de Isfahán y Tabriz la madrugada del viernes. El comandante en jefe del ejército iraní mencionó que las explosiones estaban relacionadas con el disparo de sistemas antiaéreos y que no hubo daños. Además, se informó que las defensas aéreas interceptaron tres drones sin que se reportaran ataques con misiles.
Irán no ha identificado la fuente del ataque y los sitios vinculados al programa nuclear parecen haber salido ilesos, con un impacto limitado aparentemente. Los medios estatales iraníes transmitieron imágenes calmadas desde Isfahán el viernes, mostrando la normalidad en la vida diaria de la ciudad.
En un momento en el que las tensiones son evidentes, es crucial monitorear de cerca los acontecimientos en esta región volátil. Las acciones de los actores implicados podrían tener repercusiones significativas tanto a nivel regional como global.