En el debate sobre la creación de fuerzas policiales estatales en Nigeria, se plantean preocupaciones legítimas sobre las implicaciones para la seguridad y la gobernanza. Durante una extensa discusión, el alto funcionario policial Kayode Egbetokun expresó su inquietud sobre cómo esta medida podría exacerbar las tensiones étnicas, arriesgando la cohesión interna de los estados.
AIG Ben Okolo, en nombre del Inspector General, resaltó que la implementación de la policía estatal complicaría las cadenas de mando, dificultando la tarea de mantener el orden. Existen también temores válidos sobre posibles abusos de poder y violaciones de los derechos humanos, ya que los gobernadores podrían utilizar la policía estatal en su propio beneficio.
Egbetokun señaló la falta de recursos financieros e infraestructura adecuada a nivel estatal para sostener una fuerza policial autónoma de gran envergadura. En lugar de una policía estatal separada, propuso fusionar entidades existentes para fortalecer la Policía de Nigeria.
Este debate plantea importantes cuestiones sobre la eficacia, legitimidad y gobernabilidad de las fuerzas policiales, destacando los desafíos de descentralizar la policía en un país diverso como Nigeria. Los líderes políticos y las fuerzas de seguridad deberán equilibrar la necesidad de fortalecer la seguridad estatal con los principios de cohesión nacional y respeto a los derechos de los ciudadanos.
A pesar de su complejidad, este debate ofrece la oportunidad de reformular el modelo de seguridad interna en Nigeria, construyendo instituciones policiales efectivas, transparentes y responsables que atiendan las necesidades locales mientras mantienen la integridad del Estado en su conjunto.