Fatshimetria
El acuerdo inmobiliario entre Ango y su ex esposa en Nigeria se ha convertido en un asunto público, revelando tensiones y conflictos internos en la familia. Ango, ex administrador único del Servicio de Aduanas de Nigeria (NCS) de 1994 a 1998, se encuentra actualmente envuelto en una batalla legal por propiedades, con casos pendientes tanto en el FCT como en los tribunales estatales de Kaduna.
A pesar de los procesos legales en curso, Ango ha sido descrito como inflexible en cuanto a que su ex esposa abandone las instalaciones, enviándole varios avisos de evacuación.
En una exclusiva entrevista con Pulso, Ango confirmó el incidente y mencionó que lleva más de 13 años separado de su ex esposa. «Hubo un tiempo en el que estuve casado con esta mujer, pero el matrimonio no funcionó. Llevamos más de 13 años separados. He decidido vender la propiedad porque esta mujer no nos deja a mis otros hijos ni a mí. Ella vive en paz en la casa. Ha creado múltiples conspiraciones y mentiras para manchar mi reputación y retratarme como un villano. He intentado todo en todos estos años para que desocupe la casa pacíficamente, pero desafortunadamente, no lo ha hecho. He ofrecido diversas compensaciones, sin éxito», explicó.
En respuesta a las declaraciones de Ango, la señora Ango le dijo a nuestro corresponsal que su exmarido le legó la casa en un documento legalmente registrado. Sin embargo, admitió que Ango la contactó para discutir la venta de la casa, pero insistió en que todos los asuntos se manejaran a través de abogados.
Ango afirmó que no existe ninguna orden judicial que le impida recuperar la casa. Según él, la vendió en enero por motivos de salud, y dijo que la única disputa legal entre ellos se refiere al proceso de divorcio.
La situación alcanzó su punto álgido cuando Ango presuntamente dirigió a individuos violentos al apartamento en cuestión con el objetivo de expulsar a su ex esposa de la casa por la fuerza. Vídeos y fotografías obtenidos por nuestro equipo muestran que la casa fue saqueada y las pertenencias personales de la Sra. Ango fueron arrojadas afuera.
A pesar de estos actos violentos, la señora Ango logró involucrar a la policía local para detener el ataque. Informó que las autoridades intervinieron en tres ocasiones para dispersar a los agresores y garantizar la seguridad de la propiedad. Señaló que este asunto fue llevado a la oficina del Comisionado de Policía de la FCT, quien desplegó operativos para proteger el inmueble mientras se resuelven las disputas.
Este caso destaca la importancia de la comunicación, el respeto mutuo y la mediación en la resolución de conflictos familiares para evitar situaciones tan dramáticas como la vivida por Ango y su ex esposa. También resalta las dificultades que a menudo surgen en los procedimientos legales, donde distinguir la verdad de las mentiras y llegar a una resolución justa para todas las partes involucradas puede resultar complicado.