En la noche de una fuerte lluvia en Nigeria, se produjo una fuga espectacular en la prisión Old Suleja. La lluvia torrencial dañó gravemente la valla perimetral de la prisión, permitiendo la fuga de 118 reclusos, según informes del Daily Trust.
La destrucción causada por el mal tiempo tuvo consecuencias devastadoras en el centro de detención de seguridad media de Suleja, en el estado de Níger. La declaración del portavoz de la Administración de los Servicios Correccionales de Nigeria (NCoS), Adam Duza, indicó que el desastre desencadenó la fuga de numerosos reclusos.
En un comunicado oficial se menciona que una tormenta intensa, que tuvo lugar la noche del miércoles 24 de abril de 2024, causó estragos en el Centro de Detención de Mediana Seguridad de Suleja, en el estado de Níger. Esta tormenta destruyó una parte de las instalaciones penitenciarias, incluyendo la valla perimetral, lo que facilitó la escape de un total de 118 internos.
Durante la tormenta, parte de la valla de la prisión de Suleja en el estado de Níger resultó dañada, permitiendo la fuga de un número indeterminado de presos. La lluvia torrencial que tuvo lugar alrededor de las 21.00 horas dañó partes del establecimiento y dejó expuesta la barrera interior de una de las celdas donde se encontraban los detenidos, facilitando así su escape.
Vecinos de Suleja informaron que el incidente ocurrió en una noche lluviosa, provocando el colapso de una cerca que estaba siendo reparada. Aunque no se puede determinar con precisión cuántos presos lograron escapar, los refuerzos de seguridad lograron capturar a algunos de ellos.
Las autoridades desplegaron equipos de seguridad en áreas clave y sensibles de Suleja para detener a los reclusos que aún estaban huyendo. Esta fuga espectacular resalta los desafíos de seguridad que enfrentan las prisiones y subraya la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad para prevenir situaciones similares en el futuro.
Esta trágica historia nos recuerda la importancia de mantener infraestructuras penitenciarias sólidas y seguras para evitar fugas y garantizar la protección tanto de los presos como del público. Las autoridades competentes deberán investigar a fondo las circunstancias de este incidente y tomar las medidas necesarias para prevenir eventos similares en el futuro.