Miembros de Hamás han sugerido recientemente que el grupo militante podría considerar abandonar la lucha armada contra Israel si los palestinos logran establecer un estado independiente en los territorios capturados por Israel en la guerra de 1967. Esta declaración representa un cambio significativo en la postura de Hamás, ya que su futuro se ve comprometido tras los continuos ataques perpetrados por Israel en la Franja de Gaza, donde Hamás ejercía su autoridad antes de la guerra. Durante mucho tiempo, el grupo militante palestino ha abogado por la destrucción del Estado judío.
Basem Naim, miembro del buró político de Hamás con sede en Estambul, mencionó a CNN que el grupo estaría dispuesto a desarmarse si se logra establecer un Estado palestino independiente. Haciendo referencia al brazo armado del grupo, Al Qassam, Naim expresó: «Si se crea un Estado independiente con capital en Jerusalén, preservando al mismo tiempo el derecho de retorno de los refugiados, Al Qassam podría integrarse en un futuro ejército nacional».
Tradicionalmente, Hamás ha rechazado la solución de dos Estados, que implicaría la creación de un Estado palestino junto a Israel, en lugar de eso, abogan por un Estado palestino que abarque toda la Palestina histórica, incluyendo Israel, la Cisjordania ocupada, la Jerusalén Oriental ocupada y Gaza.
Mustafa Barghouti, presidente de la Iniciativa Nacional Palestina, señaló que aunque no estaba al tanto de la posibilidad de que Hamás deponga las armas, consideraría este gesto como significativo. Barghouti afirmó que la resistencia palestina se debe a la ocupación de sus territorios, y que si esta no existiera, no sería necesario luchar contra ella.
Sin embargo, la oferta de Hamás también ha sido criticada, siendo catalogada como una operación de relaciones públicas. Efraim Inbar, presidente del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén, planteó que la demanda de retorno de los refugiados palestinos a Israel significaría la destrucción del Estado judío, mayoritariamente habitado por personas de fe judía. Inbar consideró la oferta de Hamás como un intento de mejorar su imagen ante las naciones occidentales, presentándose como los buenos frente a Israel, con la esperanza de obtener más apoyo.
Actualmente, el gobierno de Netanyahu ha prometido eliminar a Hamás después de que llevaran a cabo un ataque contra Israel en octubre, que resultó en la muerte de 1,200 personas y el secuestro de otras 250. Estos eventos plantean un futuro incierto para la región y subrayan la complejidad de las relaciones entre palestinos e israelíes.