Con el aumento de la inseguridad en Kinshasa, la población de la capital congoleña se enfrenta a un peligro cada vez mayor, lo que preocupa al opositor Martin Fayulu Madidi. Este último, presidente del partido Compromiso para la Ciudadanía y el Desarrollo (Ecidé), hace sonar la alarma sobre el riesgo de que Kinshasa corra la misma suerte que algunas ciudades de Haití, debido a la inacción de las fuerzas del orden frente a los kulunas y las milicias Force du Progrès supuestamente vinculados a la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS).
La ciudad provincial de Kinshasa vive desde hace varios meses una intensificación de la inseguridad, exponiendo así a sus residentes a riesgos cada vez mayores, a pesar de la impotencia de las autoridades provinciales. Esta alarmante situación está empujando muchas voces a exigir el regreso del general Célestin Kanyama al frente de la policía de la ciudad, debido a sus acciones anteriores que permitieron reducir el bandolerismo urbano entre 2015 y 2016.
Ante este creciente clima de inseguridad, es imperativo que las autoridades adopten medidas eficaces para garantizar la seguridad de los habitantes de Kinshasa. Es fundamental reforzar las acciones de aplicación de la ley, luchar más activamente contra los grupos criminales y garantizar la protección de los ciudadanos a diario. La estabilidad y la seguridad son pilares esenciales para el desarrollo de una ciudad y la preservación del bienestar de su población.