En medio de las recientes evacuaciones en la playa de Oniru en Lagos, los comerciantes de bajos ingresos hablaron en entrevistas separadas con la Agencia de Noticias de Nigeria (NAN). Durante este operativo, saludaron la decisión del gobierno y expresaron su agradecimiento por haber sido advertidos a tiempo para poder abandonar el lugar y evitar pérdidas importantes.
Kolawole Ajidahun, gerente de la tienda, dijo: “Vendo artículos como trajes de baño, artículos de playa y bocadillos a los entusiastas del ocio, pero en este momento no sé qué hacer. Sin embargo, agradezco al gobierno. Me permitió recuperar todas mis pertenencias, no he perdido nada excepto espacio. Agradezco al gobierno por este acto de bondad.
Otro vendedor, Vincent Ubong, instructor de surf, añade: «No tengo tienda, pero siempre estaba presente en la playa ofreciendo servicios relacionados con la playa, como clases de surf o sesiones de surf. Vigilancia de la seguridad en el agua para los amantes del ocio. Es mi sustento, entonces me siento muy afectado porque sin agua no habrá clases de surf.
«También me preocupa cómo voy a mantener a mi familia. Soy padre de tres hijos y no sé por dónde empezar. Sin embargo, la demolición ha provocado reacciones positivas hacia el gobierno.
El gobierno ha tratado de hacer que el proceso sea menos disruptivo y ha sido más comprensivo con los afectados. Entonces es un homenaje al presidente Bola Tinubu”.
Recordemos que el Gobierno Federal inició el 27 de abril la demolición de propiedades ubicadas a lo largo del trazado de la carretera costera Lagos-Calabar de 700 kilómetros.
El Ministro de Obras Públicas, David Umahi, que inició la operación en el primer tramo de la carretera, aconsejó a los propietarios de las instalaciones a lo largo de la ruta que consideraran la demolición como un sacrificio para Nigeria.
Destacó que el proyecto marcaría un hito importante en la hoja de ruta de diversificación económica del presidente Bola Tinubu.
Por tanto, la situación sigue siendo compleja para los vendedores evacuados de la playa de Oniru en Lagos, que ahora deben reinventar su medio de vida. La compasión y el apoyo de las autoridades serán fundamentales para ayudarles a superar este calvario y recuperarse en su actividad profesional.