En el estado de Calabar, la decisión del gobernador de fijar el nuevo salario mínimo en 40.000 libras esterlinas ha provocado fuertes reacciones entre los trabajadores. En entrevistas separadas con la Agencia de Noticias de Nigeria (NAN) en Calabar, los trabajadores expresaron su descontento. El gobernador Otu había justificado esta decisión citando asignaciones limitadas del centro y una relación desfavorable entre el Producto Interno Bruto y el pago de la deuda.
Sin embargo, este anuncio fue recibido con decepción por muchos funcionarios. Emmanuel Ekanem, un funcionario estatal, calificó la cantidad de 40.000 libras esterlinas como “extremadamente insuficiente”. Dijo que la medida no demostró una comprensión adecuada de las necesidades de los trabajadores por parte del gobernador.
De hecho, en un contexto en el que el precio de un saco de arroz oscila entre 70.000 y 80.000 libras esterlinas, fijar el salario mínimo en 40.000 libras esterlinas se considera inadecuado e inaceptable. Isu Ewe, trabajador del sector judicial, expresó su decepción y pidió al gobernador que reconsidere su decisión. Destaca la importancia de un salario mínimo más alto para cubrir los gastos relacionados con las matrículas escolares, el cuidado de los padres y el alquiler.
Del mismo modo, otro funcionario, Edem Enoh, calificó la decisión del gobernador de imprudente. Instó al gobierno estatal a diversificar sus fuentes de ingresos y no depender demasiado de las asignaciones federales.
En resumen, la fijación del nuevo salario mínimo en 40.000 libras esterlinas en el estado de Calabar ha provocado indignación entre los trabajadores. Estos últimos creen que esta cantidad es en gran medida insuficiente para hacer frente a las realidades económicas actuales. Piden una reevaluación de esta medida y la consideración de las dificultades financieras a las que se enfrentan.