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Durante la toma de posesión de su quinto mandato como presidente de Rusia, Vladimir Putin marcó una nueva etapa en la consolidación de su control sobre el país, al que ha moldeado a su imagen durante casi un cuarto de siglo. Después de ganar las elecciones presidenciales rusas en gran parte orquestadas en marzo pasado, Putin se asegura así un nuevo mandato de seis años, lo que le permitirá gobernar potencialmente hasta los 77 años.
La ceremonia de inauguración cuidadosamente organizada tuvo lugar el martes en el Kremlin en presencia de los más altos dignatarios militares y políticos rusos. Sin embargo, Estados Unidos y muchos países europeos optaron por no enviar un representante, calificando las elecciones rusas de farsa.
Con la virtual desaparición de los candidatos de la oposición, ya sean muertos, encarcelados, exiliados o con prohibición de postularse, y con la represión de toda disidencia desde la invasión total de Ucrania en febrero de 2022, Putin no enfrentó ninguna oposición creíble a su reinado.
A lo largo de los años, Putin ha modificado la constitución rusa para eliminar los límites de mandato y ampliar la duración de cada mandato de cuatro a seis años. Si durante las elecciones presidenciales de 2000 obtuvo el 53% de los votos, considerados «razonablemente» libres y justos por la embajada estadounidense en Moscú, en marzo pasado obtuvo el 87% de los votos, resultado calificado de «extravagante» por Estados Unidos. Estados.
La ceremonia de inauguración se produjo un día después de que Putin anunciara un ejercicio de armas nucleares no estratégicas, un recordatorio de su poder militar. En un breve discurso, dijo que Rusia estaba abierta al diálogo con los países occidentales, pero que tenían la opción de continuar la agresión o buscar la cooperación y la paz.
En el evento estuvieron presentes los líderes instalados por Rusia en las regiones de Luhansk, Donetsk, Kherson y Zaporizhzhia, territorios ucranianos anexados por Rusia en 2022. La inauguración se produce cuando Rusia busca explotar su ventaja en mano de obra y armas en Ucrania antes de la llegada de Esperó la ayuda estadounidense para fortalecer las fuerzas ucranianas.
Aunque Putin ha tratado de mantener a los rusos alejados de los efectos de la guerra, han salido a la superficie señales de descontento. El desafío más directo a su autoridad provino del exlíder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, quien, descontento con los fracasos militares rusos en Ucrania, ordenó a sus mercenarios marchar sobre Moscú, amenazando brevemente el monopolio del poder de Putin. Prigozhin finalmente canceló su motín dentro de las 24 horas y se confirmó su muerte en un accidente aéreo dos meses después, un incidente en el que el Kremlin negó su participación.
Alexey Navalny, otro importante opositor político de Putin, también murió antes de las recientes elecciones.. Navalny murió en una prisión ártica en febrero después de sentirse repentinamente mal durante una caminata, un incidente con el que el Kremlin se negó a ser asociado.
La invasión de Putin ha remodelado los ejes geopolíticos del mundo posterior a la Guerra Fría, lo que ha llevado a Occidente a tratar a Rusia como un Estado paria después de décadas de relaciones más amistosas. Rusia ha tratado de forjar nuevas asociaciones con países del «Sur global» y ha fortalecido los vínculos con Irán y Corea del Norte para mantener su poder militar.
Después de su toma de posesión oficial, Putin asistirá a un desfile en la Plaza de la Catedral del Kremlin, marcando un nuevo capítulo en su reinado que, a pesar de los desafíos y las críticas, continúa dando forma a Rusia a su manera.