En la República Democrática del Congo, la situación de los trabajadores de la empresa TP Phoenix y de la empresa Chemical Of Africa está provocando graves tensiones, poniendo de relieve las disfunciones del sistema judicial y la vulnerabilidad de los empleados ante conflictos interminables. Desde hace tres años y medio, estos trabajadores se encuentran sumidos en la incertidumbre, esperando en vano una mediación que tarda en materializarse.
Es evidente el incumplimiento de los plazos legales previstos por el Código del Trabajo congoleño. Si bien la creación de una comisión de conciliación debería haber sido efectiva dentro de los cuatro días siguientes a la recepción del informe de no conciliación, los trabajadores se enfrentan a plazos escandalosamente ampliados, poniendo en peligro sus derechos y su estabilidad financiera.
Ex trabajadores de TP Phoenix denuncian la falta de inclusión de la empresa Chemaf en el primer pedido de designación de peritos, retrasando aún más el proceso de mediación. A pesar de un nuevo decreto que finalmente incluye al empresario en cuestión, los próximos pasos parecen posponerse constantemente, sumiendo a los trabajadores en un vicio administrativo kafkiano, alimentado por la lentitud y las disfunciones evidentes.
El sufrimiento de los trabajadores es palpable. Más de 600 familias se ven afectadas por esta situación, que viven en condiciones precarias desde 2021. Las acusaciones de bloqueo del expediente interpuesto contra la asesoría jurídica del gobernador alimentan el sentimiento de injusticia y frustración entre los trabajadores. A pesar de las negativas del despacho de abogados, persiste el sentimiento de impotencia de los empleados, exacerbado por la ausencia de decisiones concretas y medidas efectivas para resolver el conflicto.
Es imperativo que las autoridades competentes adopten medidas inmediatas para garantizar que los trabajadores afectados reciban un trato justo y de conformidad con la legislación vigente. Ya no se pueden tolerar retrasos y bloqueos administrativos, a riesgo de comprometer la cohesión social y la estabilidad económica en la región.
En definitiva, es fundamental que la situación de los trabajadores de TP Phoenix y Chemical Of Africa sea tratada con la debida diligencia y justicia necesarias, para poner fin a este calvario administrativo y permitir a las familias afectadas recuperar su dignidad y su paz. . seguridad financiera.