**Fatshimetria**
En el bullicioso mundo de la moda y el lujo, un evento de lujo causa sensación cada año: la Met Gala. Es un evento anual donde las celebridades se reúnen para presentar atuendos extravagantes sobre un tema determinado. La edición de este año provocó una gran controversia, con Haley Baylee luciendo un atuendo inspirado en María Antonieta y haciendo referencia a la famosa frase «déjalos comer brioche». Esta provocación provocó un verdadero revuelo en el mundo de las celebridades.
Como ávido observador de la cultura pop, estoy constantemente inmerso en el mundo de las celebridades, el cine, las series, la moda y la música. Para mí, seguir las noticias sobre celebridades es una forma de escape que me permite alejarme de las preocupaciones del mundo y mantener mi mente alerta y viva.
Sin embargo, esta inmersión en la cultura pop no está exenta de culpa. A veces me pregunto por qué dedico tiempo y energía a frivolidades cuando tanta gente en todo el mundo sufre, los niños mueren de hambre y se violan los derechos humanos.
La reciente Met Gala cristalizó estos sentimientos de culpa. Mientras los ricos y poderosos ostensiblemente hacían alarde de su riqueza y sus elecciones de moda en el evento, en otras partes del mundo se desarrollaban tragedias, como ataques contra palestinos.
Esta dicotomía me hizo pensar en cómo nosotros, como seres humanos, podemos disfrutar del lujo y la opulencia y al mismo tiempo sentir dolor y compasión por las víctimas inocentes. Estos sentimientos no son necesariamente contradictorios y resaltan nuestra complejidad como seres humanos.
En este tumulto mediático, elijo centrar mi atención en celebridades que usan su voz para defender causas justas. Figuras como Mark Ruffalo, Macklemore, The Weeknd y las hermanas Hadid se han pronunciado en apoyo de Palestina, utilizando su plataforma para crear conciencia y movilizarse por la justicia y los derechos humanos.
Por otro lado, prefiero ignorar a las celebridades que apoyan a Israel, defendiendo intereses económicos más que consideraciones humanitarias. El movimiento Blockout 2024, nacido como reacción al silencio de las celebridades en Gaza, propone una forma de guillotina digital para impedir que las celebridades se beneficien de sus plataformas sociales.
Esta iniciativa ya ha tenido un impacto importante, con famosos perdiendo miles de seguidores en sus redes sociales. Esta movilización ciudadana contra la indiferencia de las celebridades ante la injusticia amplifica las voces de los oprimidos y defiende la causa de los más vulnerables.
Saludo a los famosos que siguen estando en el lado correcto de la historia, incluso a costa de su popularidad o de sus contratos publicitarios.. Su coraje y compromiso con la justicia y la solidaridad dan esperanza y muestran el camino a seguir para una sociedad más equitativa y humana.
En última instancia, a pesar de las contradicciones y los conflictos de valores, sigo siendo optimista sobre el poder de la movilización ciudadana y la solidaridad internacional para crear un cambio positivo en el mundo. Las acciones de jóvenes y activistas que se levantan para defender a los oprimidos resuenan en un mundo que busca justicia y equidad. Como cantó The Who, creo firmemente que «The Kids Are Alright» y que un futuro mejor es posible si mostramos valentía y solidaridad.