Fatshimetrie es una revista en línea que destaca iniciativas locales y cuestiones medioambientales contemporáneas. En un mundo en constante evolución, donde los desafíos ambientales aumentan, es esencial dar voz a quienes luchan sobre el terreno para preservar la biodiversidad. Hoy destacamos el notable trabajo de los apicultores en Kenia, que enfrentan desafíos crecientes en un ecosistema en peligro de extinción.
La preocupante situación de Joshua Kimwele, un apicultor veterano, es indicativa de los trastornos que se están produciendo en el ecosistema. Después de más de 30 años en la profesión, hace sonar la alarma sobre el uso masivo de pesticidas tóxicos en la agricultura, que ponen en peligro a sus poblaciones de abejas. Las consecuencias de esta práctica son desastrosas y amenazan la supervivencia de las abejas, esenciales para la polinización de los cultivos.
También se están sintiendo los efectos de la deforestación y la conversión de tierras para fines agrícolas o urbanización. El arduo trabajo de Kimwele para proteger su tierra de la deforestación choca con la realidad del carbón, que priva a las abejas de su hábitat natural. La destrucción de los bosques priva a las abejas de su fuente de néctar, poniendo en peligro su supervivencia y amenazando el frágil equilibrio de los ecosistemas.
La gravedad y la creciente frecuencia de los desastres naturales, como la pandemia de COVID-19, la invasión de langostas y la sequía, han amplificado los desafíos que enfrentan los apicultores de Kenia. Sin embargo, sigue habiendo esperanza en el compromiso del gobierno local de restaurar los medios de vida de los agricultores.
La miel ofrece una alternativa confiable para los agricultores locales, generando ingresos estables. Alentados por las autoridades locales, grupos de apicultores, en particular compuestos por mujeres, se están organizando para modernizar sus prácticas. Para apoyar su actividad se han puesto en marcha programas de distribución de colmenas Langstroth, así como formación sobre gestión de abejas y técnicas de recolección de miel.
La transición a colmenas Langstroth modulares verticales ofrece muchas ventajas, ya que facilita la inspección de colonias y el tratamiento de enfermedades y parásitos. Se están vigilando de cerca las amenazas emergentes, como los ácaros Varroa y los escarabajos de las colmenas, lo que destaca la necesidad de un seguimiento continuo para proteger a las poblaciones de abejas.
En conclusión, la situación de los apicultores en Kenia resalta la urgencia de preservar los polinizadores y proteger la biodiversidad. Se deben tomar medidas efectivas y sostenibles para apoyar a las comunidades apícolas frente a los crecientes desafíos. La interconexión entre las actividades humanas y el mundo natural es innegable, y descuidar estas cuestiones podría tener consecuencias catastróficas no sólo para los apicultores como Kimwele, sino también para la seguridad alimentaria y la salud ambiental a nivel mundial.