En un contexto marcado por los recientes intentos de desestabilización en Kinshasa, la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO) hace una declaración clara e inequívoca. Condena enérgicamente el intento de golpe de Estado ocurrido el 19 de mayo, al tiempo que aclara los vínculos entre los obispos católicos, entre ellos el cardenal Fridolin Ambongo, y Christian Malanga, presunto instigador de estos ataques.
En el centro de la polémica, una fotografía de hace algunos años que muestra al cardenal Ambongo junto a Christian Malanga. CENCO desea disipar cualquier malentendido explicando que esta imagen de ninguna manera refleja complicidad o alianza entre los dos hombres. De hecho, los obispos, en su misión pastoral, a menudo deben fotografiarse con diferentes personas, sin que esto implique una relación particular.
Así, la Conferencia Episcopal condena enérgicamente cualquier intento de manipular estas imágenes con fines políticos o maliciosos. Reafirma que Christian Malanga no forma parte de las estructuras oficiales de la Iglesia católica, ya sea en el Vaticano o en la República Democrática del Congo, sus deplorables acciones no comprometen en modo alguno a la institución religiosa.
Además, CENCO pide a las autoridades que fortalezcan la cohesión nacional e invita al pueblo congoleño a permanecer vigilante y unido ante cualquier forma de amenaza. Esta declaración destaca el compromiso de los obispos con la promoción de la paz y la estabilidad en el país, al tiempo que recuerda que se debe preservar la dignidad y la integridad de la Iglesia católica.
En conclusión, esta posición de CENCO destaca la importancia de la claridad y la transparencia en un contexto político tenso. Recuerda también que la confianza y la solidaridad entre las diferentes instituciones y componentes de la sociedad son esenciales para garantizar un futuro sereno y próspero para la República Democrática del Congo.