Kinshasa, 21 de mayo de 2024 – Una decisión inminente sobre el posible levantamiento de las sanciones contra el multimillonario israelí Dan Gertler está provocando gran tensión y preocupación entre los miembros del Congreso estadounidense. En una carta dirigida al secretario de Estado, Antony Blinken, y a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, los legisladores expresaron su preocupación por las nefastas consecuencias que el levantamiento podría tener para el pueblo congoleño.
Las revelaciones contenidas en esta correspondencia, consultada por POLITICO.CD, ponen de relieve los temores legítimos de los miembros del Congreso estadounidense. De hecho, estos últimos temen que el levantamiento de las sanciones permita a Dan Gertler beneficiarse ilegítimamente de sus bienes obtenidos ilícitamente, perjudicando gravemente los intereses del pueblo congoleño. Los legisladores subrayan que la impopular decisión podría socavar gravemente la lucha contra el soborno extranjero y la política exterior y los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
Aún más alarmante, la carta destaca la ausencia de pruebas tangibles que demuestren un cambio de comportamiento por parte de Dan Gertler o el pago de reparaciones al pueblo de la República Democrática del Congo, como exige la Ley Global Magnitsky. Al no cumplir con estos criterios esenciales, el levantamiento de las sanciones no sólo correría el riesgo de promover el enriquecimiento ilícito de Gertler, sino que también socavaría significativamente los esfuerzos internacionales para luchar contra la corrupción.
Esta fuerte reacción de los miembros del Congreso se produce en un contexto de intenso debate dentro de la administración Biden. De hecho, recientemente se ha debatido una posible flexibilización de las sanciones contra Dan Gertler, con el objetivo de contrarrestar la influencia predominante de China en el sector minero de la región. A pesar de algunas consideraciones estratégicas, la controvertida medida ha generado duras críticas por parte de defensores de los derechos humanos y algunos funcionarios estadounidenses, quienes dicen que recompensar a Gertler por acciones corruptas pasadas va en contra de toda moral.
Dan Gertler, sancionado en 2017 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por importantes actos de corrupción vinculados a sus actividades mineras en la República Democrática del Congo, sigue siendo una figura polarizadora. A pesar de sus argumentos para defender la creación de empleo y la generación de ingresos fiscales en la República Democrática del Congo, las acusaciones de privación de recursos a los congoleños por una cantidad superior a mil millones de dólares siguen siendo fuertes.
Ante estas complejas cuestiones, la administración Biden intentó negociar un acuerdo que permitiera a Gertler desinvertir en determinadas operaciones mineras en la República Democrática del Congo, con la esperanza de mejorar el atractivo de la región para los inversores occidentales.. Sin embargo, este enfoque, aunque motivado por consideraciones económicas y geopolíticas, plantea dudas sobre la moralidad y la eficacia real de tales decisiones.
En marzo de 2021, la administración Biden restableció las sanciones totales contra Dan Gertler, creyendo que su alivio anterior bajo la administración Trump era inconsistente con los intereses nacionales anticorrupción de Estados Unidos. Desde entonces, se ha intensificado la presión para que Gertler cumpla con los requisitos legales y morales establecidos en el derecho internacional.
En este contexto, los defensores de los derechos humanos, como Anneke Van Woudenberg de RAID, siguen oponiéndose enérgicamente a cualquier conciliación que pueda conceder ventajas injustificadas a Dan Gertler. Exigen una estricta aplicación de las leyes y una negativa categórica a permitir que cualquier culpable de prácticas corruptas se beneficie de sus crímenes.
La administración Biden, enfrentada a delicados imperativos económicos y políticos en su relación con la República Democrática del Congo, se encuentra actualmente en una encrucijada. Mantener las sanciones contra Dan Gertler representa no sólo una fuerte señal del compromiso estadounidense con la lucha contra la corrupción, sino también un imperativo moral y ético esencial para preservar la integridad de las normas internacionales anticorrupción.
En conclusión, la carta de los miembros del Congreso americano subraya la importancia crucial de mantener una posición firme y coherente frente a las prácticas desviadas de ciertos actores internacionales, con el objetivo de defender los intereses legítimos de las poblaciones afectadas por la corrupción y de promover un orden mundial basado en la justicia y la transparencia. La decisión final sobre las sanciones contra Dan Gertler adquiere así una dimensión eminentemente estratégica y ética, que exige responsabilidad colectiva y una vigilancia constante frente a las fuerzas oscuras de la corrupción y la injusticia.