En esta fecha del 22 de mayo de 2024, la capital de la República Democrática del Congo, Kinshasa, es escenario de una colaboración sin precedentes entre la Policía Nacional Congoleña (PNC) y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC). Desde el 21 de mayo de 2024, estas dos entidades de seguridad unieron fuerzas para garantizar la protección de los ciudadanos y sus bienes en la metrópoli.
Esta iniciativa conjunta surge tras un intento de golpe de Estado recientemente frustrado en el país. Ante esta amenaza, las autoridades han decidido reforzar la seguridad nacional intensificando las patrullas en las calles de Kinshasa. Las fuerzas de defensa y seguridad están movilizadas para perseguir a cualquiera que pueda alterar el orden público y sembrar el caos.
Cada noche se llevan a cabo acciones selectivas en diferentes zonas de la ciudad con el fin de identificar y aprehender a uniformados que actúen de manera sospechosa. Las operaciones nocturnas también apuntan a combatir comportamientos disruptivos, como actividades ilícitas en mercados informales y contaminación acústica nocturna.
Como parte de esta colaboración entre la PNC y las FARDC, se organizó una reunión de seguridad bajo la dirección del Comisario General de la Policía Nacional Congoleña, Benjamin Alongaboni, y el comandante de la 14ª región militar de las FARDC. Durante este encuentro se tomaron medidas para fortalecer la coordinación de las acciones de seguridad y garantizar la efectividad de los patrullajes mixtos.
En resumen, este enfoque conjunto entre la Policía Nacional Congoleña y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo demuestra el compromiso de las autoridades para garantizar la seguridad de los ciudadanos y preservar la estabilidad del país. Esta colaboración demuestra la determinación de las fuerzas de defensa y seguridad de proteger la integridad territorial y garantizar la paz social en Kinshasa.