**Alerta de deterioro de más de 150.000 toneladas de maíz en Ingbokolo y Ariwara**
En el corazón del territorio de Aru, más de 150.000 toneladas de maíz corren el riesgo de deteriorarse en las zonas de almacenamiento de Ingbokolo y Ariwara. Esta alarmante situación pone de relieve la precaria vida cotidiana de los jóvenes agricultores, principales actores de esta producción, en una región que carece de infraestructuras y apoyo logístico adecuados.
La ONG Unión por el Proyecto de Desarrollo Rural (UPDR) hace sonar la alarma y revela una realidad impactante. De hecho, estos jóvenes, a menudo ociosos, han logrado producir un total de 650.000 toneladas de maíz desde principios de año. Sin embargo, sólo 500.000 toneladas encontraron compradores en operadores económicos extranjeros, lo que dejó más de 150.000 toneladas en mora, expuestas a la putrefacción.
Los desafíos que enfrentan estos jóvenes productores son múltiples. Además de la falta de compradores locales, el deplorable estado de las carreteras y la falta de medios logísticos adecuados dificultan la entrega de la producción a los centros de consumo. Esta situación no sólo compromete la viabilidad económica de los agricultores, sino también el acceso a alimentos de calidad de las poblaciones locales con bajo poder adquisitivo.
Ante esta triste constatación, David Wani, coordinador de la UPDR, llama a las autoridades a facilitar el transporte de productos agrícolas y así garantizar la seguridad alimentaria de los habitantes de esta región. Es urgente implementar soluciones efectivas para apoyar a estos jóvenes agricultores, los verdaderos motores del desarrollo local.
En este preocupante contexto, es fundamental enfatizar la importancia de promover e incentivar iniciativas agrícolas dentro de la comunidad. Los programas de apoyo y formación para jóvenes agricultores podrían ayudar a fortalecer su capacidad para procesar y comercializar su producción, garantizando al mismo tiempo una mejor valorización de sus esfuerzos.
Es imperativo que las autoridades locales y los actores del desarrollo brinden apoyo concreto a estos jóvenes agricultores, para evitar el deterioro de miles de toneladas de maíz y promover el desarrollo sostenible en esta remota región. Ahora es el momento de la solidaridad y la movilización para salvar estos cultivos y ofrecer a los agricultores en ciernes mejores perspectivas para el futuro.