**Fatshimetría: La transformación de ex pandilleros en constructores de la República**
En un fuerte gesto simbólico, el Servicio Nacional entregó este viernes a la Universidad de Kinshasa (UNIKIN) un primer lote de 500 bancos fabricados por antiguos miembros de las bandas Kuluna, ahora inmersos en un programa de rehabilitación. Este innovador proyecto tiene como objetivo dar una segunda oportunidad a personas que alguna vez eligieron el camino de la delincuencia, transformándolos en artesanos de la construcción nacional.
La iniciativa, supervisada por el General de División Jean-Pierre Kasongo Kabwik, encarna perfectamente el deseo del Presidente Félix Tshisekedi de mejorar el potencial de cada ciudadano, incluso de aquellos que han cometido errores en el pasado. Al confiar la fabricación de estos bancos a personas que buscan la redención, el gobierno demuestra su confianza en la capacidad de cada uno de cambiar y contribuir positivamente a la sociedad.
Jean-Marie Kayembe, rector de UNIKIN, acogió con satisfacción este enfoque inclusivo, destacando la importancia de ofrecer a los jóvenes condiciones de aprendizaje dignas y promover un mensaje de esperanza y transformación. La recepción de estos bancos por parte de los estudiantes será mucho más que un simple acto material, sino un testimonio concreto de la capacidad del hombre de reinventarse y reintegrarse positivamente en la sociedad.
Los escaños, fruto del cuidadoso trabajo de los “constructores de la República”, dan testimonio de una transición exitosa, de una reconversión significativa. Estos agentes de cambio no sólo crearon objetos útiles, sino que también reconstruyeron sus propias identidades, pasando de delincuentes a artesanos, de destructores a constructores.
Este proyecto no se limita únicamente a la distribución de bancos, sino que forma parte de un enfoque más amplio de rehabilitación y reintegración social. Al brindarles a los ex pandilleros la oportunidad de capacitarse y trabajar de manera constructiva, el Servicio Nacional les ofrece la oportunidad de reclamar su dignidad y encontrar su lugar dentro de la comunidad.
A través de esta gran iniciativa, el Servicio Nacional y la Universidad de Kinshasa están allanando el camino para una colaboración fructífera y duradera, basada en el intercambio de conocimientos, experiencias y valores. Al unir fuerzas, simbolizan el poder de la transformación individual y colectiva y demuestran que todos, cualquiera que sea su historia, tienen el potencial de contribuir al bien común.
En definitiva, el proyecto de fabricación y distribución de bancos de los antiguos Kuluna convertidos en constructores de la República es mucho más que una simple acción de rehabilitación. Encarna la esperanza, la resiliencia y la fuerza de la voluntad humana de reinventarnos y contribuir a un futuro mejor. Es el reflejo de una sociedad que cree en la capacidad de cada persona para transformarse, evolucionar y participar plenamente en la construcción de un futuro más inclusivo y solidario.