**Fatshimetrie – Exploración de los desafíos de los minerales críticos para la transición energética**
Los minerales críticos, aquellos recursos minerales esenciales para la transición energética, han atraído recientemente un gran interés tanto a nivel nacional como internacional. Definidas como materias primas necesarias para el desarrollo de tecnologías bajas en carbono y la seguridad nacional, su extrema importancia radica en su escasez, vulnerabilidad a las interrupciones del suministro y falta de sustitutos viables.
Según un estudio reciente realizado por investigadores de varias universidades líderes, el mercado de minerales críticos ha crecido exponencialmente en los últimos años, alcanzando la colosal cifra de 320 mil millones de dólares en 2022. Las previsiones optimistas apuntan a una demanda que se duplicará para 2030 y se cuadruplicará para 2050.
El impacto de este aumento de la demanda se refleja en el gasto en inversión y exploración, que ha aumentado significativamente. En 2022, las inversiones en la explotación de minerales necesarios para la transición energética aumentaron un 20%, mientras que el gasto en exploración registró un crecimiento récord del 20%, impulsado en gran medida por el auge de la exploración del litio a escala global.
También se plantea la cuestión de la dependencia de varios países occidentales de China en el mercado de minerales críticos. Esta hegemonía plantea desafíos en términos de seguridad de suministro y diversificación de fuentes. Los países occidentales buscan así dirigirse a nuevas regiones como África, ya dominada por las empresas mineras chinas.
Sin embargo, si bien los minerales críticos son esenciales para una economía baja en carbono y la seguridad nacional, también pueden representar un desafío para los países productores, particularmente en África. De hecho, la explotación de estos recursos puede tener consecuencias ambientales y sociales dañinas y resucitar la “maldición de los recursos naturales”.
Por lo tanto, es imperativo que África adopte regulaciones estrictas destinadas a limitar el impacto de las actividades mineras en el medio ambiente y las poblaciones locales. Además, se debe poner énfasis en el procesamiento local de minerales, con el fin de maximizar los beneficios económicos y tecnológicos para los países productores. Finalmente, es crucial desarrollar industrias locales que apoyen la transición energética a escala global.
En última instancia, la cuestión de los minerales críticos no puede disociarse de los desafíos de la transición energética y el desarrollo sostenible. Es esencial encontrar un equilibrio entre la explotación de estos recursos vitales y la preservación del medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales.. Sólo un modelo de desarrollo sostenible y equitativo permitirá a África aprovechar plenamente su riqueza mineral sin repetir los errores del pasado.