Los recientes acontecimientos en el sector bancario nigeriano han atraído especial atención, destacando las estrictas medidas adoptadas por el Banco Central de Nigeria (CBN) contra el Heritage Bank. Un comunicado oficial del CBN, comunicado por Hakama Sidi Ali, director interino de Comunicaciones Corporativas, anunció la retirada de la licencia de funcionamiento del Heritage Bank.
Esta decisión fue motivada por las violaciones por parte del banco del artículo 12 (1) de la BOFIA 2020, así como por la incapacidad demostrada de la junta directiva y la gerencia para mejorar el desempeño financiero de la institución.
En un intento por proteger los fondos de los depositantes, el CBN nombró a la Corporación Nigeriana de Seguro de Depósitos (NDIC) como liquidador del banco en quiebra. Para garantizar que los fondos se devuelvan a los clientes, el NDIC ha implementado un proceso específico.
A los clientes que tengan «cuentas alternativas» en la industria bancaria se les reembolsará una cantidad asegurada de 5 millones de naira por cliente. En cuanto a los depositantes directos de Heritage Bank con saldos superiores a 5 millones de naira, podrán recuperar sus fondos en forma de dividendos una vez que se hayan recuperado los activos y deudas del banco.
Para facilitar el proceso de verificación, el NDIC utilizará el Número de identificación bancaria (BVN) para localizar cuentas alternativas de clientes con “cuentas alternativas”. Por otro lado, se recomienda a los clientes sin «cuentas alternativas» que visiten la sucursal más cercana del banco presentando diversos documentos, como prueba de propiedad de la cuenta, medios de identificación verificables y detalles de la cuenta alternativa.
Además, el NDIC anima a los clientes a utilizar el proceso de reclamaciones en línea siguiendo un procedimiento sencillo en el sitio web de la organización.
En general, estas medidas adoptadas por el CBN y el NDIC tienen como objetivo tranquilizar a los depositantes y garantizar la seguridad de los fondos en el sistema bancario nigeriano. Es esencial que las autoridades competentes consigan restablecer la confianza de los ciudadanos en el sector financiero para garantizar su estabilidad y fiabilidad a largo plazo.