El choque entre los Leopardos de la República Democrática del Congo y los Leones de Teranga de Senegal en las eliminatorias para el Mundial 2026 ha mantenido en vilo a los aficionados al fútbol de todo el continente africano. Este cara a cara fue mucho más que un simple enfrentamiento de dos equipos, fue el escenario de una intensa lucha donde la determinación y la estrategia tomaron posesión.
Desde el inicio, los Teranga Lions mostraron su determinación de tomar la delantera, ejerciendo una presión constante sobre los DRC Leopards. A pesar de la resistencia de los congoleños, fue finalmente al final de la primera parte cuando los senegaleses abrieron el marcador, recompensando así su dominio en el campo.
Sin embargo, la vuelta del vestuario marcó un punto de inflexión en el partido. Los Leopardos, bajo la dirección de su entrenador Sébastien Desabre, realizaron cambios tácticos que dieron nueva vida a su juego. La entrada de Edo Kayembe permitió, en particular, estabilizar el centro del campo, ofreciendo así oportunidades de volver al marcador.
Y fue Fiston Mayele, que entró en el segundo tiempo, quien finalmente recompensó los esfuerzos de los Leopards empatando a cinco minutos del pitido final. Un empate que despertó admiración y alivio entre la afición congoleña, que vio a sus jugadores luchar hasta el final para conquistar este precioso punto.
Más allá del resultado, este encuentro entre la RDC y Senegal fue el reflejo de una feroz competencia por ganar una plaza para el Mundial de 2026. Las palabras de Aliou Cissé, el seleccionador senegalés, subrayan la intensidad de la batalla y la necesidad de cada selección. superarse a sí mismos para alcanzar este objetivo final.
El resto de las eliminatorias prometen, por tanto, ser apasionantes para los Leopardos de la RDC, que deberán aprovechar este buen resultado para afrontar con tranquilidad los próximos retos. El encuentro se desarrolla en Kinshasa, donde los aficionados esperan con impaciencia la recepción de los Togo Sparrowhawks. Este encuentro promete estar lleno de emociones y de giros y vueltas, lo que confirma que el fútbol africano siempre reserva su cuota de sorpresas y hazañas.