**Creciente crisis de seguridad en los campos de desplazados de Goma y Nyiragongo**
En el corazón de Kivu del Norte, el espectro de la inseguridad se cierne de manera alarmante sobre los campos de desplazados de Goma y Nyiragongo. En las últimas semanas, una serie de muertes a tiros han sacudido la región, provocando agitación entre la población que ya sufre los tormentos de la guerra y el éxodo forzado.
Las desgarradoras historias se suceden y dan testimonio de la brutalidad de la violencia que arrasa, dejando a su paso familias desconsoladas y comunidades magulladas. Bandidos armados merodean, sembrando terror y desolación, sin perdonar ni a las niñas ni a las personas desplazadas que buscan refugio.
La situación es tanto más preocupante cuanto que las autoridades parecen abrumadas por la magnitud del fenómeno. Los llamamientos para que las fuerzas del orden intervengan son desatendidos, lo que deja los campos de desplazados a merced de grupos criminales que operan con impunidad.
Ante este aumento de la violencia, las voces de la sociedad civil y los actores locales son cada vez más urgentes. Exigen medidas concretas para garantizar la seguridad de los desplazados y poner fin a esta espiral de violencia que los mantiene en permanente miedo.
Las autoridades provinciales y nacionales están siendo desafiadas, llamadas a asumir sus responsabilidades y garantizar la protección de las poblaciones vulnerables que ya han sufrido tanto. Es imperativo desmilitarizar los campos de desplazados, establecer medidas de seguridad efectivas y poner fin a la impunidad de los criminales que siembran el terror.
La población local, por su parte, sigue viviendo con miedo a los próximos ataques, a las próximas tragedias que podrían llamar a su puerta. Solidaridad, vigilancia y determinación son las consignas para hacer frente a esta crisis de seguridad que daña a las comunidades y amenaza la frágil paz en la región.
En última instancia, la crítica situación en los campos de desplazados internos de Goma y Nyiragongo exige una respuesta urgente y coordinada de todas las partes interesadas. Es hora de poner fin a la inseguridad rampante, proteger a los más vulnerables y restablecer un clima de confianza en el que se respete la dignidad y la seguridad de cada individuo. Ha llegado el momento de la acción, la solidaridad y la justicia para poner fin a esta tragedia humana que sacude la provincia de Kivu del Norte.