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El desarrollo de Fuerzas de Apoyo Rápido en la región de Darfur suscita serias preocupaciones. El ataque de este grupo paramilitar al Hospital del Sur de al-Fasher, capital de Darfur del Norte, sembró el caos. Miembros de RSF abrieron fuego contra el personal médico y los pacientes, lo que obligó al cierre del centro de salud, según un comunicado de prensa de Médicos Sin Fronteras.
Esta agresión se produce como parte de una ofensiva intensificada destinada a tomar el control de la ciudad, el último bastión militar en esta maltrecha región. Los enfrentamientos de las últimas dos semanas en torno a Al Fasher ya han causado la muerte de más de 120 personas.
En respuesta, el ejército formó una alianza con grupos rebeldes para intentar mantener el control de la ciudad, donde cientos de miles de desplazados han buscado refugio desde el inicio del conflicto.
Michel Lacharite, jefe de operaciones de emergencia de Médicos Sin Fronteras, calificó de escandaloso el ataque dentro del hospital. El personal médico y los pacientes han sido atacados durante semanas, pero abrir fuego dentro de un centro de salud cruza una línea roja inaceptable.
El ataque se produjo cuando todavía se encontraban en el lugar una decena de pacientes y un pequeño equipo médico, aunque las evacuaciones habían comenzado la semana anterior en colaboración con el Ministerio de Salud sudanés. La mayoría de los pacientes y el equipo médico lograron huir del tiroteo, pero los detalles sobre las posibles víctimas aún no estaban claros.
Un portavoz de RSF no respondió a las llamadas en busca de comentarios.
Esta no es la primera vez que el Hospital Sur es atacado. Entre el 25 de mayo y el 3 de junio, el centro fue alcanzado tres veces por proyectiles y balas, matando a dos personas e hiriendo a 14 pacientes.
Este conflicto, que comenzó el pasado mes de abril, sumió a Sudán en el caos, provocando la muerte de más de 14.000 personas e hiriendo a miles más, al tiempo que expuso a una gran parte de la población a la hambruna. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas ha advertido a las partes en conflicto sobre un riesgo inminente de hambruna y un gran número de muertes en Darfur y otras partes de Sudán si no se permite el acceso a la ayuda humanitaria.
Se han denunciado actos de violencia sexual y otras atrocidades cometidas por ambos bandos, que constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, según la ONU.
Hace dos décadas, las RSF surgieron de las milicias árabes, conocidas como Janjaweed, movilizadas por el ex presidente sudanés Omar al-Bashir contra las poblaciones de origen de África Central y Oriental en Darfur. En ese momento, fueron acusados de asesinatos en masa, violaciones y otras atrocidades, y Darfur se había convertido en sinónimo de genocidio..
Los grupos Janjaweed continúan apoyando a RSF, destacando la urgente necesidad de una intervención internacional para poner fin a esta violencia inaceptable y proteger a los civiles inocentes atrapados en este devastador conflicto.