El mundo de la danza urbana está conmocionado con el anuncio oficial de la integración del breakdance como disciplina olímpica para los Juegos de París 2024. Esta decisión histórica ya ha tenido un gran impacto en la vida de los bailarines de breakdance en Río de Janeiro, donde se encuentra la comunidad. de los bailarines de Flow021 vieron recompensado su compromiso con proyectos sociales.
Flow021, un colectivo de bailarines que opera en el distrito de Rio Comprido, rodeado de favelas como Morro do Turano, siempre ha destacado proyectos sociales desde su creación en 2010. A cambio de salas de práctica puestas a disposición por las escuelas locales, ofrecen lecciones gratuitas a los locales. niños.
Gabriel Barreto, alias “Stal”, uno de los fundadores de Flow021, resalta la importancia de servir como referente para los jóvenes y guiarlos hacia un futuro mejor. El breakdance, anclado en la cultura hip-hop y caracterizado por movimientos acrobáticos y pasos estilizados, ha sido marginado durante mucho tiempo en favor de artes más tradicionales. Su inclusión como deporte olímpico abrió nuevas oportunidades para los bailarines, también conocidos como «b-boys» y «b-girls».
Este reconocimiento internacional ha permitido a Flow021 organizar numerosos eventos de breakdance, promoviendo así la disciplina no sólo en Río, sino en todo Brasil. El creciente interés de los niños por el breakdance es un motivo de orgullo para Barreto, que da testimonio de la satisfacción de encontrarse con antiguos alumnos que triunfan en sus estudios o en su carrera, al tiempo que destaca el papel crucial del colectivo en sus trayectorias.
Al lograr transformar su pasión en una oportunidad de educación y desarrollo personal, los integrantes de Flow021 transmiten mucho más que movimientos de danza: ofrecen a los jóvenes un camino de expresión, disciplina y autorrealización. A través de su participación comunitaria y dedicación a la promoción de la cultura breakdance, Flow021 encarna perfectamente la fuerza y la unidad que la danza puede aportar, más allá de los simples movimientos artísticos.
Entonces, mientras el breakdance se prepara para brillar en el escenario olímpico de París 2024, los bailarines de Flow021 continuarán inspirando y catalizando el potencial de la juventud local, brindando un ejemplo vivo del impacto positivo y duradero que la danza puede tener en las comunidades y los individuos.