Inundaciones en Kinshasa: un testimonio conmovedor y acciones urgentes

Fatshimetrie: un testimonio conmovedor de la crecida del río Congo en Kinshasa en 2022-2023

La ciudad de Kinshasa fue recientemente escenario de una crecida excepcional del río Congo que dejó consecuencias desastrosas, según los expertos. De hecho, las inundaciones que azotaron la capital congoleña en 2022 y 2023 provocaron desastres humanitarios sin precedentes, que provocaron la pérdida de muchas vidas y daños considerables a la infraestructura esencial.

Las cifras proporcionadas por Samuel Roger Kamba Mulamba, entonces Ministro de Salud Pública, Higiene y Prevención, son alarmantes: 221 personas perdieron la vida y otras 625 resultaron heridas. Además, 282.665 hogares se vieron afectados por este desastre, impactando directamente la vida de miles de personas.

Los daños a la infraestructura básica también son importantes: 67.519 casas, 1.528 escuelas, 267 centros de salud, 211 mercados y 146 carreteras resultaron dañados. Las provincias más afectadas son Équateur, Sud-Ubangi, Kinshasa y Tshopo.

Particularmente dramática, la situación en Kinshasa dejó inundados varios barrios, entre ellos Mososo y Ndanu en el municipio de Limete, así como Bitshakutshaku en Barumbu, que se vieron fuertemente afectados.

Ante esta tragedia, Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Ministerio de Asuntos Sociales, Acciones Humanitarias y Solidaridad Nacional unieron fuerzas para organizar un taller de restitución, capitalización y perspectiva ante las inundaciones en la ciudad. Este evento reunió a numerosos actores que trabajan sobre las causas y repercusiones de las inundaciones y la erosión en Kinshasa, con el objetivo de definir acciones preventivas y respuestas eficaces a los desastres naturales recurrentes.

Al mismo tiempo, las necesidades humanitarias han alcanzado niveles sin precedentes. MSF y el Ministerio de Acciones Humanitarias brindaron asistencia a las víctimas del desastre, pero se enfrentaron a grandes desafíos, particularmente en términos de recursos, coordinación de los diferentes actores y el establecimiento de soluciones de alojamiento para las personas que habían perdido su hogar.

Las inundaciones seguirán amenazando la región debido al cambio climático, pero el Dr. Alain Iyeti destaca la importancia de las medidas preventivas. Destaca la necesidad de monitorear las áreas de riesgo, desarrollar planes de preparación y movilizar los recursos necesarios para hacer frente a posibles emergencias. Además, la cuestión de la subdivisión en Kinshasa y el desarrollo de sitios para alojar a las víctimas de desastres deben examinarse de cerca para garantizar soluciones efectivas a mediano plazo.

Médicos Sin Fronteras, comprometidos desde hace más de cuarenta años en la República Democrática del Congo, desempeñó un papel crucial en la asistencia a las víctimas de las inundaciones. En el sitio de Kingabwa, la organización proporcionó atención primaria de salud, alojamiento temporal, agua potable, iluminación, apoyo de salud mental y asistencia alimentaria. Se prestó especial atención a las personas con discapacidad, que a menudo quedan desatendidas en situaciones de emergencia.

En conclusión, es esencial adoptar un enfoque proactivo para anticipar las inundaciones en Kinshasa. Esto implica movilizar los recursos necesarios, informar a la comunidad, implementar planes de contingencia y coordinación, así como trabajar en colaboración con diversas partes interesadas para cubrir todos los aspectos relacionados con esta crisis. Responder a los desastres naturales requiere una acción concertada y sostenida para prevenir nuevas tragedias y proteger a la población vulnerable de Kinshasa.

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