**Fatshimetrie fue testigo de un acontecimiento histórico el miércoles: la toma de posesión del presidente Cyril Ramaphosa para su segundo mandato.**
Durante esta ceremonia solemne, el Presidente fue recibido con honores militares, incluyendo una salva de 21 cañonazos, pases aéreos y un desfile en su honor por parte de miembros de las fuerzas armadas.
La toma de posesión se produce tras un mes de tensas elecciones en las que Ramaphosa logró asegurar una mayoría de votos entre los miembros del parlamento aliados con el Congreso Nacional Africano (ANC), la Alianza Democrática y otros partidos que apoyaron su candidatura la semana pasada.
Esta es la primera vez que el ANC no logra obtener una mayoría absoluta desde las elecciones del 29 de mayo, en las que otros partidos como el movimiento de Zuma, uMkhonto WeSizwe (MK), el partido aliado de Malema, los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) y el La Alianza Democrática reforzó su presencia en el parlamento.
Frente a un candidato sorpresa designado para enfrentarlo, Julius Malema, del partido de extrema izquierda EFF, Cyril Ramaphosa ganó el Parlamento con 283 votos contra 44 de Malema, de un total de 400 miembros.
Sudáfrica enfrenta grandes desafíos, incluidas algunas de las tasas de desempleo más altas del mundo, una profunda desigualdad y delitos violentos.
El ANC, el partido emblemático de Nelson Mandela, gobierna Sudáfrica con una cómoda mayoría desde el fin del sistema de apartheid en 1994. Sin embargo, la derrota en las elecciones nacionales del 29 de mayo marca un punto de inflexión para el país, en un contexto de crisis. descontento generalizado debido a la pobreza, la desigualdad y el alto desempleo.
Los analistas predicen que se avecinan complicaciones debido a las ideologías radicalmente diferentes entre el antiguo movimiento de liberación ANC y la Alianza Democrática, de centroderecha y proempresarial, que obtuvo el 21% de los votos en las elecciones nacionales, la segunda puntuación detrás del 40% del ANC.
La continuación de esta nueva era política en Sudáfrica no dejará de generar intensos debates y grandes desafíos para el país y su población.