**Un desastre evitable: la tragedia del depósito de municiones de Yamena**
La trágica noche del 18 de junio quedará grabada en la memoria de los habitantes de Yamena. La impactante imagen de un cielo en llamas, seguida de la devastadora explosión de un depósito de municiones, ha sembrado el terror y el caos en la capital chadiana. Nueve vidas perdidas, 46 heridos, casas reducidas a cenizas y un sentimiento de ira e injusticia que invade a la población. ¿Cómo llegamos allí, en una ciudad donde ya estaban presentes las señales de advertencia?
La destrucción masiva provocada por la explosión dio paso a un paisaje de desolación. Un cráter humeante reemplaza ahora el depósito de municiones, lo que atestigua la violencia del incidente. Los residentes se enfrentan a daños materiales considerables y a un trauma profundo. Casas destruidas, ventanas rotas, municiones esparcidas por las calles… La realidad de la tragedia es implacable.
Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente Mahamat Idriss Deby prometió medidas enérgicas, una investigación exhaustiva y apoyo a las víctimas. El primer ministro Allah-Maye Halina intentó tranquilizar a la población afirmando que la situación estaba bajo control. Pero para los residentes, estas palabras no son suficientes para aliviar su ira y su dolor. Exigen acciones concretas, garantías de seguridad y respuestas a sus preguntas legítimas.
Está claro que esta tragedia podría haberse evitado. Las señales de alerta estaban presentes, se había solicitado el traslado del campamento militar. ¿Habían comprendido las autoridades la gravedad de la situación? ¿Por qué se ubicaron almacenes de municiones tan sensibles cerca del centro de la ciudad, poniendo en peligro la vida de miles de ciudadanos?
El Ministro de las Fuerzas Armadas habló de la construcción de almacenes más seguros y la reubicación de sitios estratégicos. Medidas bienvenidas, pero que plantean interrogantes sobre la gestión de riesgos y la responsabilidad de las autoridades. Se deben aprender las lecciones de esta tragedia, se deben tomar medidas preventivas y la seguridad de los ciudadanos debe ser una máxima prioridad.
En este momento de duelo y reconstrucción, la solidaridad y la unidad son esenciales. Los habitantes de Yamena deben poder sentirse seguros en sus hogares, protegidos por medidas eficaces y garantías de prevención. La tragedia del depósito de municiones debe ser una descarga eléctrica, una llamada de atención colectiva, para evitar que tales horrores vuelvan a ocurrir en el futuro.
A la espera de los resultados de la investigación, de respuestas claras y de medidas concretas, Yamena curará sus heridas, se recuperará de esta tragedia y mirará hacia el futuro, con el firme deseo de construir un futuro más seguro y unido. .
**Imágenes del depósito de municiones quemado en Yamena, cráter en el campamento militar.**