El funeral del pastor Leonard Baruti Kasongo fue un momento conmovedor y significativo para la comunidad religiosa de Kinshasa. Este hombre de Iglesia, fundador de la Iglesia Tabernáculo Baruti, marcó generaciones con su dedicación y servicio espiritual.
El estadio Tata Raphael vio a una multitud de fieles y familiares acudir para presentar sus últimos respetos al pastor Baruti. Durante la ceremonia, la emoción fue palpable, mientras la pareja presidencial unió sus voces a las de los fieles para saludar la memoria de este líder religioso.
El pastor Baruti dejó un profundo legado espiritual, habiendo dedicado casi 50 años de su vida al ministerio, incluidos 34 años como pastor del mensaje del fin de los tiempos del profeta William Marrion Branham en la República Democrática del Congo. Su predicación inspiradora y su compromiso con su comunidad dejaron una huella imborrable en el corazón de sus fieles.
Antes de su muerte el 1 de junio en Montreal, el pastor Baruti había preparado a su comunidad para su sucesión, designando a su hijo Carlos para tomar las riendas de la iglesia. Esta transición era esperada y el pastor Baruti había expresado claramente su confianza en su hijo para continuar su trabajo.
Estos momentos de transición en las instituciones religiosas suelen ser delicados, pero en el caso de la Iglesia Tabernáculo Baruti, el pastor Baruti supo preparar el terreno para asegurar una sucesión armoniosa. Su mensaje de unidad y continuidad fue transmitido a su comunidad en un video compartido ampliamente en las redes sociales.
La sucesión del pastor Leonard Baruti Kasongo por su hijo Carlos representa una nueva etapa para la Iglesia, pero también una oportunidad para perpetuar la herencia espiritual y los valores que él encarnó. Su mensaje de fe y compromiso con la comunidad quedará grabado en la memoria de quienes lo conocieron y siguieron.
El funeral del pastor Baruti fue, por tanto, un momento de celebración de su vida y su impacto, pero también de transición a una nueva era para la Iglesia Tabernáculo Baruti. Su memoria seguirá guiando e inspirando a quienes fueron tocados por su predicación y visión espiritual.