La ciudad de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, está en pleno apogeo con el inicio de las obras de construcción de las circunvalaciones sureste y suroeste. Estos proyectos de infraestructura, resultantes del contrato chino-congoleño revisado, marcan un importante punto de inflexión en la modernización de la ciudad y el alivio de la congestión en sus rutas de tráfico.
Bajo el liderazgo del Jefe de Estado congoleño, se entregaron las primeras palas en el distrito de Mitendi, en Mont-Ngafula, iniciando así una serie de proyectos destinados a mejorar la accesibilidad y la conectividad de la capital. El Ministro de Estado encargado de Infraestructuras y Obras Públicas, Alexis Gisaro, subrayó la importancia de estas circunvalaciones en el marco del relanzamiento del programa chino-congoleño y de la aplicación de los compromisos asumidos durante el discurso de inauguración del Jefe de Estado.
Estas circunvalaciones son sólo el comienzo de una serie de proyectos de modernización de infraestructuras que verán la luz en Kinshasa y otras regiones del país. De hecho, también se prevé que las carreteras estratégicas como Manterne-Tshela, Kalamba-Mbuji y el tramo Lac Mukamba-Lusambo se beneficien de obras de mejora en un futuro próximo.
La circunvalación, un auténtico escudo de tráfico, ofrecerá una alternativa eficaz para evitar el centro de la ciudad y descongestionar las principales vías urbanas. Este ambicioso proyecto, de tres años de duración y con un coste total de 300 millones de dólares, tiene como objetivo crear una carretera periférica que cerrará todo el perímetro de la ciudad de Kinshasa. Desde la ruta de las caravanas hasta Mitendi, pasando por la estación de Kimwenza y la brasserie Ndjili, para desembocar finalmente en el bulevar Lumumba, esta circunvalación promete facilitar la movilidad de los habitantes de la capital.
La asociación chino-congoleña, reafirmada con la firma de una quinta enmienda al Convenio Programa, sitúa estos proyectos en una dinámica de desarrollo sostenible y de mejora de las condiciones de vida de los congoleños. Gracias a la participación de la Agencia Congoleña de Grandes Obras (ACGT), estos proyectos forman parte de una visión a largo plazo destinada a transformar la cara de Kinshasa y promover su desarrollo económico y social.
En resumen, las obras de construcción de las circunvalaciones sureste y suroeste de Kinshasa marcan el comienzo de una nueva era para la capital congoleña. Al abordar los problemas de tráfico y accesibilidad, estos proyectos ilustran el compromiso del gobierno congoleño de modernizar la infraestructura del país y ofrecer a sus ciudadanos un entorno de vida más agradable y funcional.
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