Fatshimetrie, 23 de junio de 2024 – Se han logrado avances significativos en la lucha contra el trabajo infantil en las minas artesanales de cobalto de Lualaba y Haut-Katanga en la República Democrática del Congo. De hecho, el proyecto de apoyo al bienestar alternativo de los niños y jóvenes involucrados en la cadena de suministro permitió la reintegración escolar de 13.587 niños, que representan aproximadamente el 91% de los menores identificados.
Bajo la coordinación de Alice Mirimo, el proyecto Pabea-Cobalt ha puesto en marcha un mecanismo integral destinado a garantizar la reintegración exitosa de estos niños. Además de la inscripción escolar, los niños recibieron apoyo sanitario y psicológico y fueron inscritos en el registro civil. Además, se distribuyeron kits escolares y se cubrieron las matrículas escolares para el ciclo escolar 2023-2024.
Se adoptó un enfoque holístico, destinado también a apoyar a los padres o tutores de los niños reintegrados. Se están construyendo centros para promover el espíritu empresarial juvenil en la agroindustria para ofrecer perspectivas económicas sostenibles a las familias interesadas.
El proyecto Pabea-Cobalt, liderado por el gobierno congoleño a través del Fondo Nacional de Promoción y Servicio Social, prevé ampliar sus actividades a otros minerales como el oro, el coltán, la casiterita, el diamante, el cobre y el litio. Al emprender este camino, las autoridades pretenden erradicar definitivamente el trabajo infantil en las minas, garantizando al mismo tiempo una transición hacia actividades económicas más sostenibles, como la agroindustria.
En última instancia, se debería reintegrar a cerca de 14.850 niños, acompañada de la reconversión económica de más de 6.250 hogares y de jóvenes que trabajan en las minas artesanales de Lualaba. A través de esta iniciativa, el gobierno congoleño espera limpiar completamente su cadena de suministro de minerales y, en última instancia, eliminar todas las formas de trabajo infantil en estos sectores sensibles.
El programa Pabea-Cobalt se destaca así como una importante palanca para la transformación social y económica en la República Democrática del Congo, apoyado por un equipo dedicado y competente bajo el liderazgo técnico del Fondo Social de la República. Esta lucha contra la explotación de los niños en las minas es un paso crucial hacia un futuro mejor para la juventud congoleña.