El 25 de junio de 2024 tuvo lugar un hecho histórico en Kivu del Sur, en la República Democrática del Congo: la ceremonia de clausura de las bases de la MONUSCO. Esta misión de paz de Naciones Unidas, presente en la región desde 1999, marcó el fin de su presencia en esta parte del este del país. Bajo la atenta mirada de la Primera Ministra Judith Suminwa y de numerosos funcionarios, las bases militares y civiles de la MONUSCO fueron oficialmente cerradas durante una ceremonia solemne en Kavumu, en el territorio de Kabare.
Los conmovedores discursos pronunciados durante este evento resaltaron la importancia del trabajo realizado por el personal de la MONUSCO durante las últimas dos décadas. Bintou Keita, representante especial del Secretario General de la ONU en la República Democrática del Congo, expresó su agradecimiento a las fuerzas civiles y militares que trabajaron por la paz y la seguridad de la provincia. También rindió homenaje a quienes sacrificaron sus vidas en cumplimiento del deber, destacando el compromiso y la dedicación del personal de mantenimiento de la paz en condiciones a menudo difíciles.
El viceprimer ministro Jacquemain Shabani, por su parte, elogió la labor de la MONUSCO en la estabilización del país, recordando que esta misión intervino en un momento en que algunas provincias estaban sumidas en disturbios vinculados a grupos rebeldes. Destacó la transformación del país en una nación unificada, dispuesta a defender su integridad contra cualquier forma de desestabilización u ocupación extranjera.
La ceremonia de clausura de las bases de la MONUSCO también estuvo marcada por la transferencia de activos por valor de 10 millones de dólares a las autoridades congoleñas. Este gesto simbólico demuestra la confianza de la MONUSCO en la capacidad del gobierno congoleño para garantizar la seguridad y protección de las poblaciones de la región. Además, la Misión entregó a las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo un helipuerto y una base en Rutemba, fortaleciendo así las capacidades de las instituciones nacionales.
Esta transición marca una nueva era para Kivu del Sur, donde la responsabilidad de mantener la paz y la seguridad recae ahora plenamente en las autoridades congoleñas. La MONUSCO está abandonando la región, dejando atrás un legado de protección de los civiles, fortalecimiento de las capacidades de seguridad y promoción del diálogo y la cohesión social. A pesar de los desafíos encontrados, la retirada de tropas y equipos se produjo de manera ordenada, lo que pone de relieve la colaboración eficaz entre la Misión de la ONU y el gobierno congoleño.
En conclusión, el cierre de las bases de la MONUSCO en Kivu del Sur marca el final de un capítulo importante en la historia de la región. Este es el comienzo de una nueva era en la que las autoridades congoleñas están llamadas a asumir plenamente su responsabilidad por la seguridad y la protección de las poblaciones.. El trabajo realizado por la MONUSCO durante estos años ha ayudado a sentar las bases de una paz duradera y un futuro más estable para Kivu del Sur y la República Democrática del Congo en su conjunto.