El tenso escenario político en la Asamblea Nacional de Sudáfrica

La escena fue solemne en la Asamblea Nacional de Sudáfrica cuando los 58 diputados del partido MK de Jacob Zuma prestaron juramento, diez días después de la ceremonia oficial. A pesar de los continuos desafíos a los resultados electorales, han optado por unirse a la oposición a medida que va tomando forma un gobierno más amplio de unidad nacional.

Entre los opositores del presidente Ramaphosa se encuentran Duduzile Zuma, hija del ex presidente Jacob Zuma, y ​​el ex juez John Hlophe, quienes ahora han ocupado sus escaños en la cámara. A pesar del objetivo del partido MK de abolir la Constitución, sus diputados juraron protegerla. John Hlophe, ahora líder de la oposición, enfatizó con firmeza: “No somos matones”.

Se espera que el partido MK se alíe con los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) de Julius Malema, aportando así 100 escaños a la oposición. Una cifra modesta en comparación con la coalición gobernante, que posee más de dos tercios de los 400 escaños de la Asamblea. Sin embargo, una semana después de la toma de posesión del presidente Cyril Ramaphosa, la coalición aún no ha formado gobierno, una señal de inestabilidad potencial que la oposición espera que conduzca a un rápido colapso.

Mientras el país contiene la respiración, se sienten las tensiones políticas y todos contienen la respiración esperando ver cómo evolucionará esta situación. Actualmente, Sudáfrica navega por aguas turbulentas, lo que demuestra una vez más la complejidad de la evolución de su democracia.

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