**Educación: un escudo contra la violencia contra los niños**
En el marco de las reflexiones realizadas durante la conmemoración del Día del Niño, el proyecto «Tonga pona bolamu ya mwana» del IBCR en la República Democrática del Congo suscitó debates y análisis en torno a la importancia de la educación en la prevención de la violencia contra los niños. Esta iniciativa, lanzada en 2022, tiene como objetivo fortalecer el sistema de protección de la infancia, en particular de aquellos en situación de privación de libertad, víctimas de explotación económica o sexual.
En un panel reciente, varios expertos compartieron sus opiniones sobre el tema. Mahamadi Oubda, representante de país del IBCR, destacó la importancia de crear conciencia entre las comunidades locales a través de acciones concretas. Destacó en particular la participación de los niños en la designación del proyecto utilizando nombres en el idioma nacional, promoviendo así una mejor apropiación de la iniciativa.
Béatrice Bitenda, abogada especializada en protección infantil, destacó que la educación desempeña un papel crucial para reducir la violencia contra los niños. Según ella, es fundamental fortalecer las habilidades de padres y docentes para promover prácticas educativas basadas en el respeto y la bondad, y así sustituir los castigos corporales por métodos no violentos.
Además, Jean-Ndjema, ejecutivo del Ministerio de Justicia, planteó la cuestión de los derechos de los niños privados de libertad. Destacó la falta de infraestructuras adecuadas para acoger a estos niños, recordando que incluso en detención deben beneficiarse de su derecho a la educación. Abogó por la rehabilitación de los establecimientos estatales de atención y educación, así como por el fortalecimiento de medidas alternativas a la privación de libertad.
En conclusión, queda claro que la educación constituye un pilar fundamental en la prevención de la violencia contra la infancia. Al fortalecer las habilidades de los trabajadores de campo, involucrar a las comunidades locales y establecer infraestructura adecuada, es posible crear un ambiente más seguro y afectuoso para todos los niños. Sensibilizar, formar e implementar políticas públicas efectivas son palancas esenciales para garantizar los derechos y el bienestar de la infancia, base de cualquier sociedad equilibrada y respetuosa.
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