Kinshasa, 26 de junio de 2024 – En el corazón de la vibrante capital congoleña, una ola de indignación se está extendiendo entre los artistas cómicos de Kinshasa. Su voz se alza para exigir la rehabilitación del comité electo del Centro Cultural Lemba, de forma pacífica y comprometida.
En el origen de este movimiento, un grupo de artistas decididos a hacer oír su grito de guerra por la justicia y el reconocimiento de su compromiso cultural. Entre ellos, Guesho Ingange, reconocido comediante, expresa con fuerza y convicción la necesidad de que las autoridades municipales de Lemba respeten la decisión del Ministerio del Interior, exigiendo la rehabilitación del comité electo del Centro Cultural. Una carta que quedó sin respuesta, un llamado a la acción que ahora es esencial.
La movilización va tomando forma, tomando forma en las calles de la localidad de Lemba, listas para converger hacia un punto de encuentro simbólico: la rotonda Terminus. Un lugar lleno de historia, de símbolos, donde se mezclan y se alzan voces para exigir justicia y respeto a los derechos culturales.
Los artistas en funciones, unidos en su lucha, llaman a la solidaridad de todas las corrientes artísticas y de la juventud municipal. Un enfoque inclusivo, vector de unidad y fuerza colectiva, a favor del reconocimiento de la cultura como pilar esencial de la sociedad congoleña.
Esta marcha pacífica, prevista para el 1 de julio de 2024 a las 9:00 horas, promete ser un momento clave en el diálogo entre artistas comprometidos y autoridades locales. Una oportunidad para hacer oír una voz fuerte, trayendo esperanza y cambio.
En resumen, la movilización de los artistas cómicos de Kinshasa para la rehabilitación del comité electo del Centro Cultural Lemba representa un acto de resistencia y de defensa de su arte, de su identidad cultural. Un enfoque inspirador, que pide solidaridad, reconocimiento y respeto de los derechos culturales, en un contexto donde la cultura demuestra ser la base de la sociedad congoleña.
En esta lucha por la justicia y el reconocimiento, los comediantes de Kinshasa están trazando un nuevo camino: el de la lucha por una cultura viva, respetada y celebrada. Una marcha por el futuro, por la diversidad cultural, por un futuro donde la cultura sea el cemento de la sociedad congoleña.