Fatshimetrie, 30 de junio de 2024 – Una ola de tristeza invadió hoy los corazones cuando el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, expresó su más sentido pésame al rey Mohammed VI de Marruecos tras la muerte de la princesa Lalla Latifa, madre de Su Majestad y difunta esposa del difunto rey Hassan II. El mundo entero se une a la familia real marroquí en este período de luto.
La princesa Lalla Latifa, nacida Latifa Amahzoune en 1944 en Jenifra, falleció el 29 de junio de 2024 dejando un legado familiar y una huella discreta pero significativa. Tras la muerte de su ilustre marido, el rey Hassan II, optó por llevar una vida alejada de las actividades oficiales, dejando su huella para siempre en la historia de Marruecos.
Las relaciones entre la República Democrática del Congo y Marruecos están marcadas por una larga tradición de cooperación y amistad. Bajo el reinado del rey Hassan II y hoy bajo el de su hijo, el rey Mohammed VI, los vínculos entre los dos países han seguido fortaleciéndose. Esta relación fraternal fue saludada por las autoridades de los dos países como un ejemplo de cooperación fructífera al servicio de los pueblos congoleño y marroquí.
El presidente Tshisekedi y el rey Mohammed VI comparten el deseo común de fortalecer aún más los lazos bilaterales entre la República Democrática del Congo y Marruecos. Su reciente conversación demuestra su compromiso de profundizar esta cooperación en los campos político, económico y cultural, para el beneficio mutuo de sus conciudadanos.
En este momento de luto por la familia real marroquí, el mundo entero se une al Rey Mohammed VI para ofrecer sus pensamientos y oraciones. La desaparición de la princesa Lalla Latifa deja un vacío en el corazón de todos aquellos que la conocieron, y su ilustre recuerdo quedará grabado en la memoria.
Al mostrar su solidaridad y compasión hacia el rey Mohammed VI y toda la familia real marroquí, el presidente Tshisekedi reafirma la importancia de los lazos de amistad y respeto que unen a la República Democrática del Congo y a Marruecos. En estos tiempos difíciles, la fraternidad entre las personas trasciende las fronteras y testimonia la fuerza de los valores humanos que nos unen a todos.
De cara a un futuro en el que las relaciones entre la República Democrática del Congo y Marruecos sigan floreciendo, la memoria de la Princesa Lalla Latifa seguirá siendo una fuente de inspiración y reflexión para las generaciones futuras. Que su alma descanse en paz y que su memoria sea testamento de paz y unidad entre las naciones.
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