Kinshasa, la vibrante capital de la República Democrática del Congo, es el escenario de una importante operación destinada a restablecer el orden y la limpieza en la comuna de Bandalungwa. La operación “Punch Punch”, lanzada por autoridades municipales con el objetivo de evacuar los derechos de vía públicos, tuvo repercusiones inusitadas, dejando casas destruidas transformadas en refugios para conductas indeseables. Estos derechos de paso, alguna vez viviendas pacíficas, ahora son escenario de violencia y fechorías perpetradas por personas desagradables, perturbando la tranquilidad de los habitantes de este barrio otrora pacífico.
El comandante de la comisaría de Lulua, Joseph Nkaku, subraya las dificultades que encuentra la policía para contener a estas personas incívicas, que actúan con total impunidad en los rincones de Bandalungwa. Los enfrentamientos que estallan esporádicamente entre estos individuos atestiguan el clima de inseguridad que reina en esta zona desde la operación de demolición de viviendas precarias.
Los residentes, como Arthur Nzawu, denuncian escenas alarmantes de violencia y robos recurrentes, especialmente en la avenida Libération, cerca de la prisión central de Makala. La gente incivil utiliza las casas destruidas como refugios temporales, después de haber cometido sus crímenes, creando así un verdadero caldo de cultivo para el malestar y el desorden en el barrio.
Es imperativo que las autoridades locales adopten medidas enérgicas para frenar este preocupante fenómeno. Derribar los restos de las casas destruidas parece una solución necesaria para disuadir a personas incívicas de refugiarse allí y perpetuar sus fechorías con total impunidad.
La operación “Coup de Punch”, que comenzó en enero de 2023, tenía como objetivo limpiar el espacio público desmantelando mercados informales, retirando restos de vehículos y luchando contra las prácticas comerciales ilegales. Sin embargo, las consecuencias de esta operación plantean desafíos adicionales, en particular la gestión de los escombros dejados por la destrucción.
En un contexto en el que la seguridad y la limpieza urbana son cuestiones importantes para el bienestar de los ciudadanos, es crucial implementar medidas preventivas y de apoyo para garantizar un entorno saludable y seguro para todos los residentes de Kinshasa. El diálogo entre las autoridades locales, las fuerzas del orden y la comunidad es esencial para encontrar soluciones duraderas a estos complejos problemas.