Personas con discapacidad se reunieron frente a la embajada de Francia en Kinshasa para expresar su profunda preocupación por la situación que prevalece en el este de la República Democrática del Congo. Estas personas, que se enfrentan a diario a diversas dificultades relacionadas con su discapacidad, han decidido hablar y expresar su enfado ante la guerra que azota la región de Kivu y que está provocando no sólo pérdidas humanas, sino también un aumento alarmante. del número de personas discapacitadas en el país. Esta manifestación es el grito de desesperación de quienes muchas veces se sienten olvidados y marginados de la sociedad.
En el centro de su demanda hay una exigencia clara: Francia debe cesar todo apoyo a Ruanda, a la que consideran un aliado del M23, un actor importante en la guerra en la República Democrática del Congo. Acompañados por Dieumerci Mayibanzilwanga, alcalde de la comuna de Ngaliema, los manifestantes entregaron un memorando a un delegado de la embajada francesa, dando así un ultimátum de 48 horas para una respuesta a sus demandas. En caso contrario, pretenden mantener la presión y volver a la carga.
Esta movilización inesperada de personas que viven con discapacidad pone de relieve su determinación de hacer oír su voz y participar activamente en el debate público. Al denunciar el supuesto papel de Ruanda en el conflicto que asola el este de la República Democrática del Congo, subrayan la importancia crucial de la solidaridad internacional y el compromiso de la comunidad internacional para poner fin a esta tragedia humana.
Al unirse a esta manifestación y prometer su apoyo, el alcalde de Ngaliema reconoce la importancia de esta causa y la legitimidad de las demandas de las personas que viven con discapacidad. Se compromete a apoyarles en su planteamiento y a defender sus intereses ante las autoridades competentes.
Esta movilización ciudadana también resalta la necesidad de que la sociedad congoleña en su conjunto se movilice frente a las cuestiones relacionadas con el conflicto en el este de la República Democrática del Congo. Al dar voz a quienes a menudo son marginados y excluidos, las personas que viven con discapacidad nos recuerdan la responsabilidad de todos de contribuir a la construcción de una sociedad más inclusiva, donde todos puedan encontrar su lugar y hacer valer sus derechos.
En definitiva, esta manifestación frente a la embajada de Francia en Kinshasa es el reflejo de una sociedad civil comprometida y decidida a hacer oír su voz por la paz y la justicia. Las personas que viven con discapacidad nos recuerdan que la solidaridad y el compromiso de todos son esenciales para construir un futuro mejor para todos.