Fatshimetrie publicó recientemente un informe alarmante sobre el estado del clima global, destacando las dramáticas consecuencias del cambio climático inducido por las actividades humanas. Los datos proporcionados por el servicio climático europeo Copernicus son inequívocos: el mes de junio fue el más caluroso registrado por decimotercer mes consecutivo, marcando el duodécimo mes consecutivo en el que la temperatura global superó los 1,5 grados centígrados de los niveles preindustriales.
Según los científicos de Copernicus, la tendencia al alza de la temperatura global continúa a un ritmo alarmante, superando significativamente los récords establecidos en los últimos meses. Las regiones particularmente afectadas por esta ola de calor de junio incluyen el norte de África, la Antártida occidental, Oriente Medio, el sureste de Europa, Turquía, el este de Canadá, el oeste de Estados Unidos y México, Brasil y el norte de Siberia. También se recibieron noticias tristes desde Pakistán, donde miles de casos de insolación tuvieron que ser tratados por profesionales de la salud cuando las temperaturas alcanzaron máximos de 47 grados centígrados.
Los datos recopilados por Copérnico para junio de 2024 muestran una temperatura global promedio de 16,66 grados Celsius, 0,67 grados por encima del promedio de 30 años para ese mes. Además, este es el decimoquinto mes consecutivo en el que los océanos del mundo, que cubren más de dos tercios de la superficie de la Tierra, han batido récords de calor.
A pesar de una ligera caída de las temperaturas diarias a finales de junio y principios de julio en comparación con el año anterior, los científicos señalan que la mayor parte de este calor proviene del calentamiento a largo plazo causado por los gases de efecto invernadero emitidos por la combustión de carbón, petróleo y gas natural. Una cantidad considerable de energía térmica atrapada por el cambio climático provocado por el hombre se disipa en los océanos, que tardan más en calentarse y enfriarse.
Copernicus utiliza miles de millones de mediciones de satélites, barcos, aviones y estaciones meteorológicas de todo el mundo y luego las analiza mediante simulaciones informáticas de última generación para producir evaluaciones precisas del cambio climático global.
Es crucial que estos datos alarmantes sirvan como un recordatorio conmovedor de la urgencia de actuar ante la crisis climática que se avecina. No se pueden ignorar los trastornos récord observados en junio de 2024, y es imperativo que se tomen medidas concretas para mitigar los efectos devastadores del calentamiento global. Los líderes mundiales, los formuladores de políticas, las empresas y cada individuo tienen un papel que desempeñar en la lucha contra el cambio climático, para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.