**Fatshimetrie: Un puente revolucionario para unir los dos Kasaïs**
En un ballet incesante de progreso y desarrollo, se ha abierto un nuevo capítulo en la historia de la infraestructura en la República Democrática del Congo. El puente que salva el río Lubi en Kena Kuna, uniendo así Mbuji-Mayi y Kananga por la carretera nacional nº 1, es una hazaña que dejará huella.
Convertida ya en el punto de unión crucial entre dos regiones emblemáticas del país, esta obra requirió más de veinte días de intenso trabajo por parte de los equipos técnicos de la Dirección de Carreteras. Combinaron sus conocimientos para crear un puente con una impresionante capacidad de 45 toneladas, sinónimo de modernidad y eficiencia.
Sin embargo, este gigante del acero y el hormigón no abrirá sus puertas a los vehículos una vez finalizado. Marcus Okitashusha, director provincial de la Oficina de Carreteras, dijo que aún era necesario un período de preparación. Inicialmente sólo serán bienvenidos peatones, ciclistas y motociclistas. Es imprescindible una fase adicional de trabajo, que incluye la colocación del hormigón y la construcción de muros de contención, antes de recibir a los vehículos pesados.
Esta obra de arte es mucho más que un simple puente: representa un puente hacia el futuro de las regiones circundantes. Los habitantes de Mbuji-Mayi y Kananga podrán ahora viajar con seguridad y sin problemas, sin tener que resignarse a las largas esperas asociadas a las travesías en canoa. El colapso del puente anterior, una estructura de menor capacidad, tras el paso de un camión sobrecargado de maíz, pareció ser un conmovedor recordatorio de los desafíos de infraestructura en el país.
Al construir este nuevo puente de 45 toneladas, la Oficina de Carreteras demostró una visión clara y afrontó el desafío de manera brillante. Este proyecto, más allá de su aspecto funcional, encarna el advenimiento de una nueva era para las poblaciones locales. También simboliza el compromiso del gobierno de invertir en infraestructura sostenible y promover la conectividad entre las diferentes regiones del país.
El puente sobre el río Lubi en Kena Kuna será recordado como símbolo de perseverancia, innovación y colaboración. Da testimonio de la capacidad del Congo para reinventarse y trazar nuevos caminos hacia un futuro más prometedor. Es así como cada piedra colocada, cada pilar erigido, se convierte en el testimonio elocuente de una nación en movimiento, decididamente orientada al progreso.