La velocista keniana Mary Moraa, actual campeona del mundo de 800 metros, encarna a la perfección la nueva generación de corredores kenianos que están revolucionando el panorama del atletismo internacional. Apodada «La Reina del Baile» del atletismo debido a sus elaborados movimientos rítmicos cada vez que cruza la línea de meta en primera posición, esta talentosa atleta de 24 años desarrolló su pasión por correr desde muy joven.
Originaria de un pequeño pueblo de Kenia, Mary Moraa descubrió su pasión por correr en la escuela primaria. Sin embargo, no fue hasta llegar a la escuela secundaria que realmente comenzó a entrenar profesionalmente bajo la supervisión de un mentor que la guió en su búsqueda atlética. Agradecida a atletas icónicos como la dos veces medallista de plata Hellen Obiri y a sus profesores que creyeron en ella y la introdujeron en el mundo del atletismo profesional, Mary Moraa recuerda con cariño el apoyo inquebrantable de sus padres, que murieron cuando ella era una niña, como así como sus abuelos.
Gracias a la generosidad de Hellen Obiri, que le regaló sus primeras zapatillas para correr profesional, Mary Moraa inició una carrera impresionante. Su triunfo en el campeonato mundial del verano pasado fue una sorpresa para ella, pero también un motivo de orgullo para su país. Aunque fue eliminada en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, su innegable determinación y talento siguen siendo tan fuertes como siempre.
Mary Moraa, que participó en los recientes Juegos Olímpicos de París junto con otros 83 atletas kenianos, aspira ahora a otra medalla. Su objetivo es claro: volver a subir a los escalones del podio para representar con orgullo a Kenia, la nación que ostenta el mayor número de medallas olímpicas de todo el continente africano.
Más allá de su propio éxito, Mary Moraa también quiere dar un ejemplo positivo a las jóvenes de su comunidad, animándolas a perseguir sus sueños y creer en su potencial. Su determinación, talento y fuerza de carácter la convierten en un símbolo de inspiración para la juventud keniana y para todos los aficionados al deporte de todo el mundo. No importa el resultado de su próxima competencia, Mary Moraa será recordada como una verdadera embajadora del deporte y un modelo de perseverancia.